Tolerancia cero

La imagen de León vuelve a quedar muy dañada por la implicación de cinco ayuntamientos de la provincia en la operación Enredadera, contra el amaño de contratos públicos y que, según los investigadores tiene al editor de Diario de León como cabecilla

En este país y en esta provincia se ha generado a lo largo de los últimos años una peligrosa tolerancia hacia los corruptos
04/07/2018
 Actualizado a 12/02/2019
En torno a algunos de los delitos que despiertan mayor alarma social en este país se desarrollan campañas haciendo llamamientos a la ‘tolerancia cero’, para concienciar de la importancia de no pasar ni una sola incidencia, ni grave ni leve, en torno a un determinado delito. Con la corrupción, en este país en general y en esta provincia en particular, se ha desarrollado a lo largo de los últimos años una peligrosa tolerancia, un presunto respeto a quien está acusado de cometer delitos que tienen que ver con el mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima generalmente de forma secreta y privada, que es como se define la corrupción política. Hay una corrupción de primer orden, la que protagonizan políticos de primera fila y grandes empresarios, y hay una peligrosa corrupción de segunda fila, la del que pide, a otra escala, lo suyo, la que comprende determinadas actuaciones a pesar de que repercutan en el saqueo de las arcas públicas, desde todas las perspectivas. Entre unos y otros, lo que consiguen es dañar muy gravemente la imagen de León, una provincia que ayer se volvió a ver implicada, una vez más, en un caso de corrupción que saltó a todos los medios de comunicación del país, con las consiguientes conclusiones que sacan quienes las reciben. Cambiar las cosas está en manos de las autoridades... y de los leoneses.
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