Santiago Macías reclama en el juzgado que la ARMH lo readmita como socio

El Palacio de Justicia de Ponferrada acogió este martes el juicio en el que el cofundador y vicepresidente de la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Santiago Macías, reclamaba que el colectivo le readmita como socio. Una condición de la que fue despojado en una asamblea celebrada en el mes de marzo.

Una asamblea que Macías entiendefue «irregular» y «cuyo resultado ya se sabía antes de la celebración», explicó ayer previo a la celebración del juicio.

El ex vicepresidente de la ARMH considera que su expulsión «fue algo arbitrario y sin ningún tipo de fundamento», sin que le permitieran defenderse de las acusaciones que contra él se plantearon en la reunión y en la que, tal y como relata, la junta directiva no informó a los socios de la ARMH del proceso de expulsión.

Por su parte, el actual vicepresidente de la ARMH, Marco Antonio González, defendió la decisión que el colectivo tomó en esa asamblea de expulsar a Macías como socio. Entre las justificaciones que expone la actual junta directiva están «apropiarse de algunos materiales que iban para la asociación, portarse mal con sus compañeros, con algunos familiares, y hacer y deshacer a espaldas tanto del equipo de trabajo como de la junta directiva», apuntó.

Mientras, Santiago Macías recuerda que él optó voluntariamente por dejar el cargo de vicepresidente cuando decidió integrarseen la candidatura del PSOE de Ponferrada en las elecciones municipales de del año 2011.Fue a partir de entonces, explica, cuando «alguna persona» de la asociación «consideró que políticamente no estábamos en el mismo sitio y que habíaque perjudicarme». Así, empezó con «una colección de acusaciones falsas» hasta llevar el expediente de expulsión a la asamblea.

El juicio quedó visto para sentencia tras la sesión de ayer.

Santiago Macías pide únicamente que se sea restituida su condición de socio fundador de la asociación y, con ello, la reposición del daño moral y contra su imagen pública derivada de esa expulsión «injusta», a su entender.

En cualquier caso, admite que llegar a este extremo es «triste» ya que el proceder «dice muy poco de la junta directiva» de la ARMH, al «ensuciar el nombre de la asociación de esta manera, maltratando y dañando la imagen pública de uno de sus fundadores,que no es el proceder más lógico de quienes dicen defender a las víctimas de la injusticia», expuso Macías.