Este fin de semana yo voy a la feria de la montaña leonesa. Este fin de semana la brújula marcará rumbo al Norte, en dirección a ese destino donde eres capaz de llegar con los ojos cerrados, sin navegador. La dirección está grabada en lo más profundo de la memoria, donde se guardan los recuerdos importantes, los que nunca se borran, los que se fabricaron cuando eras niño y permanecen en el cajón de lo que nunca se olvida.
Habrá quien llegue a la feria de la montaña leonesa desde el pueblo de al lado, quien no tenga ni que salir de su pueblo, y habrá quien tenga que hacer muchos kilómetros o cruzar un mar. Algunos no llegarán este fin de semana, pero irán llegando a lo largo de los próximos, los veraneantes… y así hasta las calmas de septiembre.
Todos nos encontraremos allí, porque no queremos estar en otro sitio. Queremos participar en esa fiesta que reivindica la montaña leonesa, un sentimiento de pertenencia que nos gusta compartir y que con el tiempo ha ido ganando presencia en las redes sociales, que han sido la plataforma para mostrarlo.
En ellas un día, unas personas con iniciativa sintieron la necesidad de utilizarlas como altavoz para decir en voz alta lo orgullosos que se sentían de pertenecer a esa tierra y pregonar sus bondades. Recordar día a día, a través del perfil @luchaporlamontanpa, que había que dar a conocer ese paraje natural. Así nació, como una propuesta para el desarrollo rural que ha ido creciendo, sumando seguidores por el camino y difundiendo sin complejos las maravillas de la montaña leonesa.
Porque eso es lo que Carlos Fernández mejor sabe hacer, difundir el privilegio que supone haber nacido en la montaña leonesa, reivindicar y mostrar cada día un entorno privilegiado, compartir cómo disfrutarlo. Nos acerca a través de Lucha por la Montaña a los pequeños rincones de León.
Y esa idea que nació sin ambiciones, desde el puro altruismo de dar lo mejor de si mismo y compartir sus sueños, comenzó a mostrar al mundo ese rincón natural que como siempre repite enmarca 7 reservas de la biosfera!. Porque si algo es Carlos es obstinado. Nunca, por difícil o imposible que a los demás les pueda parecer el objetivo, abandona aquello en lo que cree, porque es suficiente con que sólo él sea capaz de visualizarlo. Porque él como nadie sigue conservando la mirada de niño con la ilusión reflejada en sus ojos cuando ve ante sí lo que nadie más puede ver.
Por eso él es capaz, después de dos largos años de pandemia, retomar la Feria de la Montaña Leonesa donde la dejó, dar forma a la IV edición con la misma ilusión de la primera pero duplicando el espacio y llevándola a la montaña. Volver a embarcarse con su ordenador y su teléfono en esta aventura, no cansándose nunca de hacer kilómetros para darle forma a un programa de 3 días de actividades, contagiando su ilusión a todos los que confían en él. Y en sólo dos meses, lo que sólo estaba en su cabeza toma forma y se convierte en una realidad que disfrutaremos este fin de semana.
Y con esa misma ilusión contagiosa de su mirada de niño nos acerca cada día imágenes antiguas y actuales, a través de ‘@luchaporlamontana’, de los paisajes que recorríamos cuando éramos niños, nos cuenta historias de nuestros pueblos y sus tradiciones, en bicicleta, coche o paseando. Es capaz de llevarnos a otro tiempo y de despertar las ganas de conocer la montaña a los que nunca la han pisado.
Y sobre todo, es capaz de acercarnos un poco a ella cada día a los que vivimos lejos pero siempre volvemos. Yo este fin de semana estaré iré a la feria de la montaña leonesa porque el resto del año es Carlos, desde ‘@luchaporlamontana’ quien la trae a mi.
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