Se trata del acusado de Bembibre de secuestrar y practicar vejaciones contra su ex pareja, una mujer de 36 años.
Según el auto que ha hecho público el TSJ, "aparecen indicios racionales bastantes para presumir la participación del detenido en los hechos
investigados". El Juzgado acoge los argumentos expuestos por el Ministerio Fiscal, a los que se ha adherido la acusación particular, la abogada defensora de la víctima.
Uno de los fines de la medida es evitar la ocultación, alteración o destrucción de las fuentes de prueba relevantes, con lo que procede, explica el auto "decretar el secreto de la instrucción para las partes para no comprometer el resultado de la investigación" por un plazo de 30 días.
El juez lo envía al Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas al que se le notifica "la vigencia de la
prohibición de comunicación y aproximación impuestas en la orden de protección".
La resolución no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de reforma y subsidiario de apelación en el plazo de tres días. Se ha decretado el secreto de sumario.
«Quiero una orden de alejamiento para mi hijo en condiciones, mejor que la mía incluso»
«Hay amenazas directas contra la vida del menor y vamos a interesar que haya protección para él», apunta la abogada de la víctima. «Quiero una orden de alejamiento para mi hijo en condiciones, mejor que la mía» dijo ella.«Es reincidente y de alguna manera tendrán que evitarlo», pide aliviada por el ingreso en prisión del agresor, al que se le incautaron los ordenadores y teléfonos de él y de su familia además de una tablet, donde podría haber elementos que testimonien las amenazas que la agredida denuncia y que ha presentado con capturas de pantalla.
La joven denuncia la lentitud de una justicia que, reconoce «no me ha protegido».Incluso su abogada se quejaba de que no se hubieran practicado pruebas que llevan solicitando desde hace un año, cuando comenzó el problema «y no sabemos por qué», lamenta. Considera Esteban que la actitud del agresor lo dice todo cuando, en su primera declaración dijo que las tres detenciones que acumulaba por quebrantar la orden de alejamiento «se las tomaban con humor», relata Esteban.