Pesca en alta montaña, pesca extrema

Sin mucho menos buscar una pesca segura, algunos aficionados buscan en la montaña retos llenos de hostilidades pero también de vida y enseñanza

Rodrigo Prado Núñez
07/07/2017
 Actualizado a 16/09/2019
Un pescador, en un río de alta montaña. | RODRIGO PRADO NÚÑEZ
Un pescador, en un río de alta montaña. | RODRIGO PRADO NÚÑEZ
La emoción ya comienza cuando embocas esos senderos que te llevan a paisajes inhóspitos y accedes a ríos situados a más de 1500 metros de altura. Esos pequeños manantiales, que brotan en las entrañas de las montañas y que sus aguas cristalinas se precipitan buscando el valle, son verdaderos paraísos para la pesca a mosca.Aquí, la naturaleza es tan patente que solo con estar ya te reconfortas. Pero si además puedes pescar, casi en las nubes y bajo el planeo de las aves rapaces, que más puedes pedir.

Si quieres hacer una pesca segura, no correr riesgos y pescar grandes truchas, no vayas a la alta montaña, aquí las pretensiones del pescador escogen otros goces.

En León aún es posible pescar en vergeles donde la pesca es una aventura sin límites en su estado más puro. La alta montaña está llena de retos y hostilidades, pero también de vida y enseñanza.

La pesca en alta montaña se convierte en extrema por la deriva natural de los ríos, que hace su recorrido arriesgado lleno de escollos y riesgos que hay que superar, la vegetación es baja y el río discurre entre campiñas y rocas formando cascadas, desfiladeros y canales peligrosos. El desafío está ahí, en esos lugares infranqueables, donde el río se esconde tras paredones y desniveles insalvables, accesos abruptos que ponen a prueba tu fuerza y destreza.Si quieres poner la mosca en esa corriente que nadie pescó no te queda otra que transitar varios kilómetros con todos los inconvenientes de la alta montaña. Hay que ser prácticos y decididos si quieres seguir adelante. No ponerse nervioso y no tener prisa te ayudará a superar con éxito las situaciones límites que se te presenten.

Las truchas, aunque más pequeñas, presentan una librea y una bravura increíble y ponen a prueba al pescadorSi quieres una pesca plácida no vayas a la alta montaña, aquí hay que caminar a trompicones y con pocas tiradas para pescar.El río es muy exigente y la altura más, tienes que portar comida y bebida suficiente para aguantar la jornada. Mantenerse hidratado debe de ser una constante. La lejanía del coche te obligará a ir provisto de lo suficiente para enfrentarte a los inconvenientes que la altitud te puede deparar.

Hay que pescar a punta vara entre rocas y corrientes en un vertiginoso posar y portar una mosca atractiva para unas truchas salvajes, pero que no son muy selectivas por su entorno que les condiciona muy mucho su alimentación. Es una pesca diferente, única. La pesca de alta montaña es distinta a la de los tramos medios y bajos, las truchas, aunque más pequeñas, presentan una librea y una bravura impresionante, se alertan con facilidad y no te queda otra que aplicar toda tu técnica de aproximación, pescar con hilos muy finos, ser cauto, caminar fuera del riachuelo y a veces gateando por las orillas para presentar el engaño con precisión.

Otra cosa muy importante a tener presente es el clima que también es extremo, en la montaña el tiempo puede cambiar con mucha facilidad y sorprendernos una fuerte tormenta lejos de todo y sin posibilidad de resguardarnos. El calor extremo te puede llevar a padecer un síncope y el frío extremo a hipotermias.

El goce de los sentidos no nos debe de alejar de la realidad y tener presente siempre que estamos haciendo pesca extrema en alta montaña, una aventura de riesgo. En esta clase de pesca es conveniente ir acompañado y preparado, llevar alimentos, ropas adecuadas y todo lo necesario para una temporal supervivencia, podemos quedar aislados o incluso perdernos y no suele haber cobertura para el móvil. Respeta el entorno que aquí el ecosistema es muy vulnerable precisamente por esas condiciones extremas que comentamos.

El Órbigo acoge el Nacional

El pasado fin de semana, en los Escenarios Deportivos Sociales de Santa Marina y Carrizo en aguas del río Órbigo, se ha celebrado el I Campeonato de España de Salmónidos Mosca Veteranos (+50). Participaron 48 pescadores llegados de Aragón, Asturias, Castilla y León, Navarra, País Vasco, Valencia, Extremadura y Murcia. El leonés, Francisco Javier Álvarez Tejedor se proclamó brillante vencedor y la selección de Castilla y León, como se pronosticaba, campeona de España por equipos, seguida de Aragón y Asturias. El aragonés, Carlos Celigueta Ferrer, consiguió la captura mayor, con un ejemplar de 54,4 centímetros.

Los ríos naturales se imponen en pesca sobre los regulados

os ríos regulados, que debieran de estar dando buenos resultados, no terminan de aposentarse. Ahora son los naturales los que atraen a más pescadores y a todas las modalidades se está pescando bien. La pesca a la leonesa está dando muy buenos resultados en todos los ríos, especialmente en los de montaña. Pero ya que hablamos de alta montaña queremos destacar el río Sil que en su nacimiento presenta una orografía salvaje y que empieza al píe de la Peña Orniz cerca del pueblo de La Cueta y pronto se hace pescable, pero pesca de aventura y siempre arriesgada. En esta zona del Alto Sil, junto con esas truchas bravas y difíciles, convive el urogallo cantábrico y el oso pardo.
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