Mediodía en el parque tecnológico

Gratifica visitar el parque tecnológico de León. Es muy recomendable, quizá no para el turista pero sí para aquellos leoneses que se encuentren justo de ánimos por la riada de malas cifras que nos deborda a los leoneses, una visita al bar del mencionado parque tecnológico a media mañana. Acostumbrados como estamos a ver sólo jóvenes en el entorno de la Universidad o de camino a los colegios e institutos, acostumbrados como estamos a caminar entre jubilados más o menos ociosos que aletargan el ritmo de la ciudad (y también, a su manera, lo enriquecen) una visita al parque tecnológico a media mañana, cuando el millar de trabajadores sale a disfrutar de su merecido descanso, es toda una inyección de ilusión. Son jóvenes trabajadores, cualificados, con cierta experiencia ya en el mercado laboral, que viven aquí, que trabajan aquí, que maduran aquí, que aportan a esta tierra su talento, su descendencia, sus raíces, lo mejor de sí mismos. Al estar apartado del centro, en ese territorio que se disputan (en el imaginario) entre Armunia y Oteruelo, el parque tecnológico es un gran desconocido para la inmensa mayoría de los leoneses. Pero son ya un millar de trabajadores los que desarrollan allí su actividad laboral, un millar de personas cargadas de futuro, llegados algunos de fuera y otros formados aquí, un millar de esperanzas para contemplar la economía leonesa desde otro prisma e indicarnos a todos cuál debe ser el camino a seguir.