Los pedáneos de la montaña oriental niegan que haya furtivismo por la nevada

Piden a la Junta que rinda cuentas de los trofeos que supuestamente han cortado los agentes medioambientales

L.N.C.
18/02/2015
 Actualizado a 15/09/2019
En las cunetas de las carreteras han aparecido multitud de animales decapitados. | MAURICIO PEÑA
En las cunetas de las carreteras han aparecido multitud de animales decapitados. | MAURICIO PEÑA
Pedáneos de la Reserva de Caza de Riaño, que incluye a 35 pueblos agrupados en los municipios de Acebedo, Boca de Huérgano, Burón, Riaño, Sajambre y Valdeón, niegan la existencia de furtivos al acecho de los animales muertos tras la nevada de las últimas semanas, sobre cuya existencia y localización colaboran Junta y Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, según fuentes insitucionales.

También rechazan las publicaciones de algunos medios, que afirman que vecinos de las zonas afectadas han visto a gente que se apropia de los cadáveres de animales como venados que no pudieron sobrevivir al temporal de nieve de las pasadas semanas y sobre los que no se ha producido, por ahora, ninguna denuncia.

Lo que fuentes de la administración autonómica confirman es que los cadáveres que los trabajadores medioambientales van encontrando paulatinamente, y sobre los que se asegura que no existe un recuento oficial, se dejan como carroña para que sea comida por otros animales. A esas reses se les retira la cabeza, precisamente para intentar evitar el furtivismo y esos trofeos se entregan, si así son solicitados, a las juntas vecinales propietarias de los terrenos en los que hayan sido localizados, según las mismas fuentes.

No opinan igual algunos pedáneos afectados, que aseguran desconocer el destino de los trofeos recogidos -en algunos casos se llevan toda la cabeza y en otros se sierra los cuernos y se deja el resto- y que reclaman a la Junta que dé cuenta de ambas y entregue todos los que recoge, ya que temen que cuando las pedanías reclamen las piezas, no recibirán ni las que corresponden a su territorio concreto ni la misma cantidad que fue localizada.

Insisten en negar el furtivismo y se quejan de que se está dando una mala imagen de la gente de los pueblos. "El problema es la opinión pública, la imagen que están dando de nosotros, de la gente de aquí, que parece que somos salvajes. Todavía no han pillado a nadie cogiendo una cabeza. Está toda la gente indignada por lo que están haciendo y echan la culpa a los vecinos de las localidades, que dicen que somos furtivos. La opinión pública puede pensar que somos salvajes y los únicos que cortan las cabezas son los celadores de la Reserva mandados por los responsables del Servicio de Medio Ambiente", detallan.

Añaden que la aparición de numerosos cadáveres por la orilla de la carretera, los ríos y otros parajes se debe a que hay una gran superpoblación. Ya hubo muertes masivas en varias ocasiones anteriores, añaden, sin que tuviera consecuencias. Y afirman que todavía aparecerán muchos más cadáveres “porque en la mitad de los valles aún no se ha entrado”. “Un venado que se muere en una finca mía; pues si dices que es tuyo, es tuyo para todo; si no, lo dejas y ya nos haremos cargo de ellos”, protestan al considerar que la actuación de la Junta va contra sus intereses.
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