Lo que los perros han unido...

Clara y Fito se unieron como pareja en el Trofeo de Agility de Veguellina en la pasada edición y volvieron en ésta para casarse

Patricia Ferrero
24/07/2016
 Actualizado a 12/09/2019
La pareja espera poder celebrar su aniversario también en el Trofeo de Agility ‘Reino de León’. | P.FERRERO
La pareja espera poder celebrar su aniversario también en el Trofeo de Agility ‘Reino de León’. | P.FERRERO
El amor surge cuando menos te lo esperas y en los lugares más insospechados. Si no que se lo digan a Clara y Fito; una pareja a la que la pasión por los perros ha unido -y de qué manera-, nada más y nada menos que en Veguellina, a unos cuantos kilómetros de su tierra, Asturias (Fito es de origen vallisoletano).

El verano pasado, el polideportivo de esta localidad debutó como circuito de Agility con el Trofeo ‘Reino de León’; una competición canina que atrajo, en su primera edición, a más de un centenar de participantes de toda España y que en la segunda ha doblado su participación, compitiendo incluso campeones a nivel internacional y consolidándose dentro de esta modalidad en el territorio nacional, a pesar de su corta edad.

Este fue el escenario en el que Clara y Fito descubrieron que estaban hechos el uno para el otro hace un año, y en el que esta pareja, en plena celebración de la segunda edición, ha querido darse el «sí quiero».

Estos jóvenes tenían claro que querían una boda diferente y decidieron que el lugar que les había unido por primera vez les uniera de por vida, rodeados de sus amigos y colegas agilitistas. Y así fue. Los contrayentes solicitaron al alcalde de este municipio, Joaquín Llamas, que oficiara la boda. Dicho y hecho. La boda se celebró entre una categoría y otra de la competición, que se reanudó a su término con el grado 3 (el máximo en esta modalidad). Y el polideportivo se convirtió en testigo activo del enlace.

Esta pareja se conoció por ‘Xanastur’, el club con el que compiten, y les unió su pasión por el mejor amigo del hombre Sorpresa, emoción, muchas risas y algún que otro ladrido inundaron las instalaciones, abarrotadas de espectadores de dos y de cuatro patas, que habían acudido a ver o a competir en el trofeo.

La gran mayoría de los asistentes -sobra decir que de los que caminan erguidos-, fueron partícipes del evento sin saberlo hasta los minutos antes de la boda, así que las caras de asombro y sorpresa no fueron pocas. Nadie, ni siquiera los progenitores de los novios, que permanecían ajenos a lo que estaba sucediendo en sus casas, podía imaginarse que en plena celebración de la competición se fuera a dar una situación similar. Pero si bien es cierto que el contexto no es para nada el habitual en un evento de estas características, el entorno -con unas instalaciones y un ambiente de excepción- irradiaba expectacióny emotividad. Y una cosa sí tienen claro estos apasionados de los perros, que su aniversario se celebrará nuevamente en este rincón de la ribera del Órbigo, del que sólo tienen buenas palabras, tanto para la competición como para sus gentes.

Unos de los testigos del enlace fueron el actual campeón de España de Agility, Alberto Costas, y su pareja, Berit Kittel, agilitista internacional con Alemania. Con 8 y 6 años de competiciones a sus espaldas, ninguno de los dos habían presenciado nunca un acontecimiento similar. Aunque para ellos no podría haberse dado mejor, ya que este trofeo está levantando pasiones entre los agilitistas.

También estuvo presente el presidente de ‘Careacan León’ y uno de los impulsores de esta iniciativa, José Luis Prieto, que se mostró «emocionado» y «liberado» tras haber guardado el secreto del enlace durante mes y medio.

Antes, los contrayentes tenían en común ‘Xanastur’, el otro club organizador del Trofeo de Agility ‘Reino de León’ junto con ‘Careacan León’. Ahora, se van como marido y mujer llevándose a su tierra una experiencia que, sin duda, será una bonita historia que contarán a sus futuros nietos. Porque si una boda es algo memorable, si se da en unas circunstancias como las que han protagonizado Clara y Fito es única, aunquequién sabe, puede que no irrepetible. Eso sí, la luna de miel tendrá que esperar, porque una de las perras de esta pareja espera cachorros.
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