Majo anunció que intentará amortizar toda la deuda viva pendiente con el abultado remanente de Tesorería El pleno arrancó a primera hora de la mañana con la intervención del diputado de Hacienda, Lupicinio Rodrigo, que tachó el presupuesto del próximo ejercicio de «equilibrado, realista, muy social y muy inversor». Según sus cálculos, la deuda viva de la Diputación se saldará en el año 2015. «Votar en contra de estas cifras va a ser difícil de explicar», les dijo Rodrigo a los diputados de los cinco grupos de la oposición.
Después tomó la palabra el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, que recordó que en estos presupuestos no cuentan con ningún tipo de financiación externa y aseguró que se trata de unas cuentas «trabajadas, meditadas, respetuosas y realizadas por y para nuestros pueblos».
Intervenciones de la oposición
El portavoz socialista, José Pellitero, dejó claro en su intervención el sentido de su voto, la abstención, «por no habernos concedido lo que les habíamos pedido», algo que desmintió después el portavoz del equipo de gobierno, Francisco Castañón: «Pidieron tres cosas y les dijimos que sí a las tres». Con todo, Pellitero dio las gracias a los populares por haber atendido su petición de poner en marcha un plan joven de empleo (1 millón de euros). «Les damos un voto de semiconfianza», dijo a Majo para explicar su voto (el año pasado votaron en contra de los presupuestos).
No hubo sorpresas: el PSOE se abstuvo pese a que logró las tres enmiendas que presentó al presupuestos La intervención más completa fue la del diputado Matías Llorente (UPL), el único que demostró haber hecho los deberes. Hizo un exhaustivo repaso a los aspectos positivos de las cuentas de 2017, pero también a algunos de los que a su juicio no lo son tanto. También soltó algunos dardos: «210.000 euros para gastos jurídicos e indemnizaciones no se lo creerá ni usted, ¿verdad?», le espetó a Majo, en referencia a la partida para estos asuntos, a su juicio insuficiente para afrontar el gasto anual de la institución en juicios e indemnizaciones, que supera el medio millón de euros.
Al diputado de CB le gustó tanto la intervención de Llorente que la calificó de «espléndida» y dijo suscribirla por completo, antes de anunciar su voto a favor de los presupuestos. El de Ciudadanos, que también votó sí, aseguró que el año pasado se abstuvo «por los problemas que había en el pasado». «He sacado la conclusión de que son ustedes de fiar», le dijo al equipo de gobierno.
El diputado de En Común, el único que votó en contra, lamentó que el PP no aceptara ninguna de las 19 enmiendas que presentó. «Entiendo el sentido de su voto», le replicó Castañón, «hemos atendido todas las propuestas sensatas, no las inverosímiles».
Por otra parte, y tras una pregunta de Llorente sobre el tema, el presidente se comprometió a «intentar» amortizar la deuda viva pendiente de la institución provincial –superior a los 40 millones– gracias al abultado remanente de Tesorería que quedará, de unos 100 millones. La sugerencia de Llorente busca librar de ‘cargas’ a la Diputación y, a la vez, emplear en ello un dinero que la Ley de Estabilidad Presupuestaria no permitiría utilizar en gastos, y sí para liquidar la deuda. «Lo vamos a intentar», dijo Majo, dirigiéndose también al interventor para que lo estudiase.