Las reservas de agua, medio vacías

Un año malo para el campo que todavía puede ser peor. Los agricultores se aprietan aún más el cinturón y se ciñen al agua que les ha sido asignada para regar. Aún así, el Páramo y el Órbigo se ven amenazados por el cierre del grifo de Barrios de Luna

Años como este de sequía ponen en evidencia la necesidad de concentrar tierras y modernizar el regadío para ahorrar agua
06/07/2017
 Actualizado a 01/09/2019
Pinta feo el año para los agricultores y todavía puede ser peor. De cumplirse los pronósticos, Barrios de Luna cerraría el grifo del agua para el regadío entre el 10 y el 15 de agosto, una situación que impediría dar el último riego en buena parte de la provincia (Páramo y Órbigo). Los agricultores van regando y los embalses van mermando sus reservas a la espera de unas lluvias que parecen no llegar nunca. Y no habrá sido por votos y rogativas que se han repetido esta primavera por lo largo y ancho de la provincia de León en cada iglesia y en cada ermita. Pero poco puede hacer ahora la intercesión divina. Aquellos que cuentan con el riego automatizado tienen más posibilidades de salir airosos esta campaña, con mejores rendimientos y un uso del agua más efectivo. La inundación conlleva un mayor gasto de tan preciado bien y en años de sequía como este queda patente la necesidad de avanzar en la agricultura concentrando terrenos, modernizando el regadío y aprovechando los recursos de manera responsable. El agua no es inagotable aunque sí lo parece la cabezonería de aquellos que a estas alturas no se han dado cuenta de cuál es el camino para el futuro del campo. El agua embalsada quedará este año bajo mínimos, con lo que de repetirse un año de sequía, pone en jaque la agricultura que tanta inversión ha conllevado. Pinta feo, puede pintar aún peor.
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