Y es que el grupo municipal socialista, cuya abstención fue clave para la aprobación de los presupuestos municipales de 2016 –nueve votos a favor del PP y Coalición por el Bierzo (CB); ocho votos en contra de Unidad Social de Electores (USE Bierzo), Ponferrada en Común (PeC) y Partido Regionalista del Bierzo (PRB) y las abstenciones del propio PSOE y Ciudadanos–, reitera que ni siquiera se plantea negociar con los populares.
Su portavoz, Olegario Ramón, ya ha avanzó hace varias semanas que el PSOE «ni se iba a sentar» a negociar con el equipo de Gobierno y mantiene esa postura a pocos días de que el debate sobre las cuentas centre de debate político en la capital berciana. «Nos arriesgamos con una decisión que hubo mucha gente que no entendió, pero que tomamos por responsabilidad hacia la ciudad, pero la alcaldesa no lo ha valorado», lamenta Ramón, que cree que Fernández Merayo ha dilapidado su «crédito» con constantes incumplimientos que hacen que la formación vea «muy difícil» que vuelva a darse una nueva abstención.
Ramón también cree que la alcaldesa no está sabiendo gestionar la composición dividida del Ayuntamiento. «Nosotros vemos con sorpresa como dice que está manteniendo contactos con otras fuerzas políticas cuando no se ha dirigido a nosotros y nos consta que tampoco a otras formaciones», señala el portavoz socialista, que recuerda que el año pasado, a estas alturas de año populares y socialistas llevaban «más de tres meses de negociación».
Con la oposición del PSOE (5 concejales) y la más que presumible de USE Bierzo (5 concejales), con quien el equipo de Gobierno está manteniendo constantes rifirafes esta legislatura, y de Ponferrada en Común (2 concejales) por simple posicionamiento ideológico, las opciones de conseguir una mayoría favorable se reducen, por lo que no se descarta la posibilidad de que en 2017 se trabaje con unas cuentas prorrogadas. «No sería lo mejor para la ciudad, pero se puede dar», avisa Ramón.
Presupuestos participativos
Los socialistas se unen a la petición de unos presupuestos «más participativos» que han lanzado durante las últimas semanas otras formaciones como Ciudadanos o Ponferrada en Común, y aunque recuerda que la formación no es «asamblearia», cree que puede ser positivo abrir las cuentas a la sociedad berciana.«Es necesario dar cabida a las aportaciones de algunos colectivos sociales que tienen un mejor conocimiento de la realidad que aquellos que viven en la ‘torre de marfil’ del Ayuntamiento», asegura Ramón.
Además de esta voluntad, Ponferrada en Común insiste en que se acelere la creación de un Consejo de Ciudad que de cabida a diferentes plataformas sociales y tenga voz a la hora de tomar decisiones y plantear propuestas para el día a día de Ponferrada.