La pasión templaria de Attila y Fidel

Un peregrino húngaro y un arquitecto berciano promueven un plan internacional para reconstruir el castillo de Sarracín

N. González
20/01/2016
 Actualizado a 19/09/2019
El castillo de Sarracín, que se cree que fue usado por los templarios para proteger a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela. | A.O.K.
El castillo de Sarracín, que se cree que fue usado por los templarios para proteger a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela. | A.O.K.
Attila Otott Kovacs es un peregrino de origen húngaro que, en su camino hacia Santiago de Compostela hace tres años, se encontró en Vega de Valcarce con el castillo de Sarracín. El lugar y la histórica fortaleza le dejaron impresionado y ya no pudo olvidarlo al regresar a Bruselas, donde trabajaba en un hotel, después de finalizados sus estudios de Historia y Comunicación.

«Tuve una especie de visión y comencé a pensar en el proyecto de reconstruir el castillo», asegura. No se podía quitar la idea de la cabeza, así que dejó su trabajo y se trasladó al Bierzo, donde vive desde hace tres meses en la pequeña localidad de Las Herrerías de Valcarce. Desde que visitó el castillo, no ha parado hasta crear un proyecto para reconstruirlo, y para eso ha contado con la ayuda de otro apasionado de la fortaleza, el arquitecto berciano Fidel Ramón Pérez.

Ambos han finalizado ya un plan de reconstrucción y uso del castillo que han valorado en un total de dos millones de euros, y que van a convertir en una apuesta internacional para conseguir apoyos, levantar de nuevo sus muros y ponerle tejados. «Es una idea, un sueño y un desafío», aseguran.

Propiedad simbólica de una piedra


Para ello se han puesto manos a la obra con una difusión de la iniciativa a través de Internet y redes sociales, con un cuidado vídeo sobre el castillo y el proyecto, que han pagado de su propio bolsillo y que muestra unas bonitas imágenes aéreas del mismo realizadas con drones, así como una campaña de crowdfunding: El Camino Castle Project-Templarcastle, y una página de facebook con el mismo nombre.

Fidel Ramón Pérez está fascinado por el castillo de Sarracín desde su infancia y ha elaborado un proyecto básico de reconstrucción. Tanto él como Otott Kovacs han trabajado ya, por temporadas estos años, en la limpieza y consolidación de la fortaleza.

Ahora creen que ha llegado el momento de volver a dotarle de sus muros, por lo que las personas que quieran colaborar en su reconstrucción se convertirán en ‘propietarios simbólicos’ de una piedra del castillo.

Además de esta recaudación a través de Internet y de las redes sociales, están trabajando para conseguir fondos culturales de las instituciones europeas. También están intentando lograr el apoyo de personalidades ligadas al Camino de Santiago, como Martin Sheen, que dirigió una película sobre la ruta peregrina en 2010.

Apoyo municipal


«Es una idea fabulosa y un proyecto muy bonito. Cuentan con todo el apoyo del Ayuntamiento. Ahora lo que habrá que hacer es elaborar un Plan Director y enviarlo a Patrimonio de la Junta para que lo valoren y pongan las directrices para una futura reconstrucción», manifiesta María Luisa González Santín, alcaldesa del Ayuntamiento de Vega de Valcarce, administración propietaria del castillo de Sarracín, que es Bien de Interés Cultural desde 1949.

La regidora considera que, si se consigue reconstruir el castillo y crear una hospedería en él, sería un aliciente para atraer visitantes. «Es lo que tenemos que hacer en las áreas rurales, poner en valor nuestro patrimonio y así atraer personas al municipio».

Santín agradece también la labor de limpieza y consolidación realizada en los últimos años por voluntarios y por la asociación Promonumenta. «Antes estaba lleno de escombros y ni siquiera se podían ver las partes del castillo. Se ha hecho una gran labor».

Energía verde para el castillo


El castillo de Sarracín fue probablemente construido por los sarracenos en el siglo VIII. Fue arrasado y la reconstrucción se inició a finales del siglo IX, tras la Reconquista. Se cree que fue usado por la Orden del Temple para proteger a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela. Está situado en la falda del monte de la Vilela, que se nombra en el célebre Codex Calixtinus, y la fortaleza fue finalmente abandonada en el siglo XVI.

La actual propuesta de crear un centro de hospedaje en su interior se liga además al medio ambiente, ya que se plantea que su fuente de energía provenga de paneles solares y turbinas eólicas, así como que el agua salga del tratamiento de agua de lluvia recogida en cisternas. También se quiere crear un biojardín para los huéspedes, a los que se propone un lugar para relajarse y desconectar del estrés.


Lo más leído