La fórmula ‘casa a cambio de alumnos’ salva las escuelas rurales en el Bierzo

Dos familias de Fabero y Bembibre se postulan para ir a vivir a Sancedo a cambio de una vivienda y escolarizar a sus hijos para evitar el cierre de una de las dos aulas que mantiene

Mar Iglesias
14/02/2017
 Actualizado a 07/09/2019
El colegio de Sancedo (en la imagen) podría perder un aula de cara al próximo curso.| D.M.
El colegio de Sancedo (en la imagen) podría perder un aula de cara al próximo curso.| D.M.
La baja natalidad del mundo rural y la escasez de iniciativas por parte de las administraciones superiores para arropar la continuidad de las escuelas con pocos alumnos son las dos causas que algunos alcaldes bercianos consideran que están detrás de la merma en las ratios que dejan sus escuelas al borde del abismo «y somos nosotros los que tenemos que ponerlo todo para que no sea así», lamenta el alcalde de Arganza, Luis González, que en 2011 fue el primero en ofrecer vivienda a una familia con hijos que pudiera añadir un alumno más al colegio del municipio para que este no se cerrara. «No ofrecimos trabajo, porque no podíamos pero sí la vivienda, la que estaba destinada al secretario del Ayuntamiento, y le pagamos los gastos de luz y agua». Aquella primera familia «no salió bien», recuerda e incluso le hizo replantearse la bondad de aquella idea, pero, tras su marcha, otro matrimonio con cuatro hijos se asentó en la vivienda «y llevan tres cursos aquí», dice González, satisfecho de haber conseguido que el aula no se cerrara «ahora tenemos 14 alumnos y no nos haría falta esta oferta, pero estamos comprometidos y seguiremos con ella hasta que los niños no tengan edad escolar». Queda una década para ello, pero mientras, González asegura que tienen dos aulas, otras dos en Magaz, una en San Juan y una en Canedo.

También Santalla está al borde del cierre y en 2015 se sumó a la oferta de casa por alumnos. El Ayuntamiento de Priaranza costea el alquiler, unos 150 euros mensuales, para que una familia con un hijo viva en el municipio y así alcanzar la ratio mínima de cuatro alumnos.«Es un problema de hace años que comenzó en Villalibre, después en Priaranza y ahora estamos con Santalla», dice el regidor, José Manuel Blanco. Tampoco considera que esta sea la solución más factible «porque las primeras familias se iban», incluso alguna tuvo problemas con el profesorado, y aún así se perdió el centro de Villalibre. Blanco asegura que este es ale año en el que han tenido más el agua al cuello, pero en el próximo curso «se van a escolarizar dos alumnos» y eso preservará las escuelas.

En el último curso fue Silván, en el municipio de Benuza, el pueblo que perdía su escuela por la falta de alumnos. Se quedó por debajo de los cuatro alumnos que se marcan como ratio mínima para mantener el colegio abierto. El alcalde, Agapito Encina tuvo que moverse casi fuera de tiempo para que el colegio Santa Ana no cerrara sus puertas y lo consiguió donando vivienda  y negociando un puesto de trabajo con una pizarrera de la zona a una familia. Un matrimonio de Villablino con dos hijos de 6 y 7 años salvó la escuela del cierre aunque, de inicio, reconoce Encina que no fue fácil atraerles a la vida en Silván, población en la que los nuevos vecinos tenían amistades.  Gracias a ellos el colegio tiene cinco niños ahora, uno sobre la ratio mínima, pero Encina sigue preocupado por el futuro de la escuela «estoy intentando que venga otra familia» explica. El primer paso, reconoce que es conseguir un empleo para ofrecer a los posibles nuevos vecinos «pero está complicado ahora». Esa es la apuesta que él ha sumado a la oferta de vivienda. Con respecto a ella, asegura que ya han buscado una «que hay que arreglar», pero supondría un problema menor en este momento.

Sancedo, el último caso

El último municipio en sumarse a esa propuesta de «casa por alumnos» ha sido Sancedo. Su alcalde, Marcos Álvarez publicó un bando informando del posible cierre el próximo curso de una de las dos aulas que quedan en la escuela. Su idea es establecer unas bases reguladoras para que las familias con hijos en edad escolar interesadas en vivir en el pueblo sean seleccionadas.A cambio, se está arreglando la vivienda del maestro para ofrecérselas gratuitamente. Aunque las bases aún no están publicadas, ya se han postulado para acogerse a la oferta dos familias con dos y tres hijos procedentes de Fabero y de Bembibre, aunque el regidor espera que sean más. Incluso se plantea conseguir más viviendas que ofertar para resolver a futuro el problema que podría repetirse en un año.
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