La falta de nieve preocupa a los regantes

Las lluvias de la primavera serán determinantes para la campaña

D.L. Mirantes
24/12/2015
 Actualizado a 16/09/2019
En la cola de los embalses como el de Barrios de Luna se puede observar el bajo nivel de las aguas y en las cimas que lo rodean se aprecia la falta de nieve. | DANIEL MARTÍN
En la cola de los embalses como el de Barrios de Luna se puede observar el bajo nivel de las aguas y en las cimas que lo rodean se aprecia la falta de nieve. | DANIEL MARTÍN
Desde el sur de León se mira con preocupación hacia la montaña. Lejos de tener el color blanco que deberían lucir en este inicio de invierno las cumbres están peladas y, a pesar, de las recientes precipitaciones, su superficie está muy seca. Aunque el año hidrológico acaba de empezar y aun es pronto para comenzar a hablar de problemas en la campaña de riego, los agricultores no pierden de vista las cotas más elevadas que es donde tendrían que estar ahora las nieves que llenen los embalses durante la primavera.
Las reservas hídricas de la provincia están muy mermadas con el conjunto de los embalses a menos del 40% de su capacidad. Especialmente vacío se encuentra el de los Barrios de Luna, que es el que abastece al Páramo, y se encuentra actualmente al 35% de su capacidad. No obstante, desde las comunidades de regantes explican que la imagen de los embalses a estas alturas del año no es especialmente extraña, a pesar de estar varios puntos por debajo de la media de los últimos diez años en estas fechas.

El presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna, Ángel González Quintanilla, reconoce que "la perspectiva no es buena", sobre todo, porque "la montaña está vacía".Además, el representante de los regantes explica que las precipitaciones que puedan caer en las próximas semanas las absorbe directamente el campo y que, hasta la fecha, las previsiones para el invierno hablan de altas temperaturas y escasas precipitaciones en forma de nieve, que es lo que garantiza el llenado de los embalses. "Tener nieve en la montaña es como tener la nevera llena de alimentos", explican.

En cualquier caso, los regantes piden borrascas y temen que la meterología adversa retrase las labores de siembra, aunque todavía no se puede hablar de activar protocolos de sequía.

Cabe recordar, que desde el 2002, cada tres años se da uno de sequía, y los últimos tres años han sido buenos Cabe recordar, que desde el 2002, cada tres años se da uno de sequía, y los últimos tres años han sido buenos. Sin embargo, la imposibilidad de conservar parte de los excedentes de los buenos años como el pasado perjudica en este sentido a los regantes del Páramo que tienen menos capacidad para planificar la gestión del agua.

En la otra gran zona de regadíos de la provincia, en las riberas del Porma y el Esla, la situación también es preocupante porque el embalse de Riaño, que riega 12.000 hectáreas, es bienal. No obstante, en este caso es más fácil salvar la campaña porque ambos embalses se complementan, explica del secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, y en caso de una situación grave, los sistemas de balsas podrían permitir, con restricciones, hasta un par de riegos en la etapa de nascencia de los cultivos.

Por otra parte, el pasado año las precipitaciones en forma de nieve también tardaron en llegar, pero fueron extremadamente abundantes y no se produjeron incidencias en la campaña de riego.

De no llegar la nieve ni borrascas suficientes los agricultores tendrían que apostar por cultivos de menor consumo como el girasol. En caso extremo, las autoridades también podrían decidirse a rebajar los aportes para el caudal ecológico de los ríos, pero antes tendrá que pasar el invierno.
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