La expansión china nació en el Bierzo

El empresario berciano Manuel Cobo Calleja impulsó la creación del polígono que lleva su nombre en Madrid, el mayor recinto empresarial chino de Europa

D. Aldonza
15/11/2015
 Actualizado a 18/09/2019
El polígono Cobo Calleja alberga más de 500 empresas, la mayoría de propietarios chinos. | ABC
El polígono Cobo Calleja alberga más de 500 empresas, la mayoría de propietarios chinos. | ABC
Al mismo tiempo que los negocios locales echan el cierre de uno a otro extremo de la comarca, los comerciantes de la calle del Bierzo del polígono industrial Cobo Calleja, ubicado en el municipio madrileño de Fuenlabrada, hacen caja hasta en domingo. Los siete días a la semana y con una jornada ininterrumpida de 10:00 a 19:00 horas, las empresas de este polígono abren sus puertas a la oleada de clientes que aprovechan los buenos precios de las manufacturas chinas para después intentar darles salida en sus pequeños comercios, repartidos por todo el país.

A poco más de 400 kilómetros del Bierzo es posible dar una vuelta por la misma calle Bembibre y entrar a los almacenes de moda ‘Wei Mei Fashion’ o hacer unas compras en la cadena de artículos deportivos ‘Patriot Sports’. Continuando el paseo, un poco más adelante, en la paralela a Bembibre, se encuentra la calle Villafranca del Bierzo y en ella ‘Sara bolsos’ o ‘País bonito’ con precios populares en artículos de electrónica y pequeños electrodomésticos.

Siguiendo en la misma dirección, encontramos la calle Astorga, León, Villablino y, justo antes de toparse con las vías del tren, está Corullón bordeando la Plaza de Oriente, el gran mercado especializado en calzado de venta al por mayor y donde apenas queda algún establecimiento libre.

En el ‘Chinatown’ madrileño también es posible visitar las calles de Ponferrada, Toreno, Matarrosa del Sil, Congosto, Fabero o Torre del Bierzo. Pero, ¿por qué los empresarios asiáticos habrán elegido estos nombres para las calles del polígono? La respuesta se encuentra precisamente en la arteria principal del complejo, la que lo atraviesa de este a oeste y donde confluyen el resto de vías, la calle de Manuel Cobo Calleja.

El empresario nacido en la localidad ponferradina de Valdecañada Manuel Cobo Calleja impulsó la creación de este parque empresarial en la década de los 80. Fue uno de los exponentes del desarrollismo y aunque se lanzó al mundo de los negocios en el sector de la promoción inmobiliaria y de la construcción en el Bierzo, muy pronto trasladó su actividad principalmente a Madrid.

A 20 kilómetros del centro de la capital nacional hacia el sur, entre los municipios de Fuenlabrada y Pinto, el emprendedor ponferradino inició su negocio más ambicioso: la creación de este complejo que hoy lleva su nombre y acumula cerca de dos millones de metros cuadrados de extensión ocupados, en su mayor parte, por grandes almacenes y fábricas de comerciantes chinos. Hay en la actualidad registradas en torno a medio millar de empresas que lo alzan como uno de los centros industriales de Europa con mayor concentración empresarial.

De la imagen de la tienda de barrio china con artículos de menaje, decoración o escritorio a lo que ofrecen los comerciantes de Cobo Calleja hay un mundo. Alfombras rojas a la entrada de algunas tiendas con Mercedes, BMW y Audi aparcados a la puerta. Cafeteras y máquinas de refrescos con pastas para los clientes. Escaparates cuidados al detalle con maniquíes ojeando revistas que muestran en sus páginas marcas como Prada, Loewe, Chanel o Max Mara. Un modelo con una meta clara: alcanzar el prestigio de las firmas internacionales y, por qué no, simular un día de compras por laMilla de Oro o la calle Serrano de Madrid.

En este sentido, los propios empresarios aseguran en la página web oficial de Cobo Calleja que, a lo largo de los más de veinte años que llevan detrás de los mostradores de las naves alojadas en este complejo, han apostado por adecuarse al mercado nacional. «Durante todo este tiempo, hemos ajustado nuestra fabricación a los altos cánones de exigencia del mercado español, teniendo hoy por hoy una oferta de productos de gran calidad a unos costes asequibles», destacan.

Algo que les ha permitido engrosar la lista de clientes habituales -los propietarios de tiendas de barrio- que, con sus negocios al borde de la crisis, han probado suerte con el ‘made in China’ para salvar la temporada y resistirse a echar el cierre. Y lo que es más, unido a este servicio de importación y distribución al por mayor en España, los comerciantes de Cobo Calleja han logrado a través de este vasto complejo empresarial estrechar los lazos con mayoristas de otros países de habla hispana. «En este aspecto destacamos el comienzo de las relaciones comerciales con Bolivia», señalan desde el polígono.

Una preponderancia china que tiene visos de seguir creciendo y que, rebuscando en su pasado, tiene sello berciano. ¿Quién sabe si algún día pasará lo mismo con los verdaderos Bembibre, Ponferrada o Villafranca? Solo el tiempo lo dirá.
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