La Cultural contada por sus leyendas

Leyendas de la Cultural, que entregará La Nueva Crónica el día 21, recorre la historia del Club desde su fundación a través de las biografías y recuerdos de sus protagonistas

Fulgencio Fernández
14/05/2017
 Actualizado a 12/09/2019
El primer equipo de la Cultural cuando aún vestía de gris, color que cambió "por no encontrar camisetas".
El primer equipo de la Cultural cuando aún vestía de gris, color que cambió "por no encontrar camisetas".
De un club de fútbol cuyo ‘extraño’ nombre –Cultural– esconde el secreto de porqué un leonés llegó a ministro, Miguel Canseco, y su primera mujer socio a la primera concejala –María S. Miñambres– a ese mismo club de extraño nombre que este mismo año sueña con salir de un pozo llamado Segunda B en el que lleva más de treinta años van 94 años de historia, los que separan 1923 de 2017. La misma distancia que hay desde el pueblo de su fundador y presidente, Busdongo, al del actual capital, Catar.

Casi un siglo en el que se pasa de un equipo que vestía de gris y tuvo que cambiar el color porque no encontraba camisetas de ese color al que ahora coquetea con la moda e incluso sorprende saliendo a jugar en frac.

Esa historia, esa larga y accidentada historia la cuenta el libro que el próximo domingo día 21 llegará a los lectores de La Nueva Crónica bajo el título de ‘Leyendas de la Cultural’y permanecerá en los kioscos hasta el día 28.

Una historia que cuentan sus protagonistas pues este volumen sigue la historia culturalista a través de la biografía y la memoria de jugadores, entrenadores, presidentes y hasta algún aficionado. Es la Historia de la Cultural confeccionada con las pequeñas historias de los culturalistas.

Leoncito fue el primer, y único, culturalista traspasado al Real Madrid; César fue el gran referente del BarçaSon más de 95 años con un parón de casi una década impuesta por la guerra civil. Con nombres propios que son páginas de una gran historia en todas las épocas. Así en aquel primer equipo fundado por Miguel Canseco y bautizado con ese nombre porque «para ser el hombre de Primo Rivera en León» se le exigía «dirigir alguna obra social y cultural» (¿entienden ya el nombre?) tenía en sus filas al asturiano Gordón, que era jugador y entrenador (algo que se repitió varias veces), también a su primer gran goleador, Colinas, y a un andaluz curiosamente apellidado León (que jugaba como Leoncito por tener un hermano mayor futbolista) que se convirtió en el primer –y creo que último– traspaso desde las filas de la Cultural al Real Madrid, donde jugó 12 años y fue su pulmón en el centro del campo.

También el Barça se llevó a un leonés, César (y después a su hermano Calo) y se convirtió en el gran goleador español y culé, hasta el punto de sólo ser superado por hace pocos meses por Leo Messi.

Sin embargo, hubo culturalistas a punto de fichar por el Madrid. Gerardo, el gran capitán y el hombre que más partidos jugó con la elástica de la Cultural, estuvo a prueba. Iba para una semana y estuvo casi un mes, todo iba bien cuando le llamaron que su padre estaba enfermo y cogió el tren de regreso sin decir ni adiós. Arenillas, un seminarista que llegó a la selección juvenil probó por el Madrid pero se fue al Sporting, donde tuvo muy mala suerte con las lesiones.

Mil historias, como el debate sobre quién era el mejor de los tres hermanos Rodríguez (César, Calo y Severino); aquel rebelde con causa que fue Isaac El Gitano, al que pretendían todos los grandes y como no se sentía bien tratado se retiró con 22 años a regentar su bar, La Gitana, muy cerca del de otro ilustre, Miche. El gran Marianín –del que todos afirman que es mejor persona que jugador– que iba a fichar por el Málaga y aquella noche mataron a tiros al presidente; Primi, el jugador del Sestao que siempre tuvo claro que su futuro era ser calderero; Millán, un excelente futbolista que acabó en aquel polémico Cambados de Sito Miñanco; el parapsicólogo brasileño, Harold Campos, que ficharon como entrenador en los años duros... Mil historias.

Pasó de todo en esta Cultural a punto de desaparecer varias veces, hasta una Operación Chatarra (sí, recoger chatarra por las casas) se montó para salvarla. O no ascender por haber tirado menos córners, esa historia que parece una leyenda urbana pero fue una muy dura realidad...

Te lo cuentan los culturalistas.


Anécdotas de todo tipo, del auto stop al romance con Lola


Si algo «regalan» los viejos futbolistas es un largo rosario de anécdotas de todo tipo. Las hay, y muchas, en este ‘Leyendas de la Cultural’, de todo tipo. Desde los viejos autobuses en los que debían viajar -uno muy recordado que habían regalado ‘los mejicanos’— y que les obligó a hacer auto stop, como recuerda Mantecón, al «affaire amoroso» que había corrido de boca en boca sin confirmarse entre el jugador y entrenador culturalista Gerardo Coque y la gran Lola Flores, que se marcharon a Hispanoamérica y estuvieron prácticamente desaparecidos. Una historia censurada en la época por el mal ejemplo...

Gerardo, que perdió la oportunidad de fichar por el Madrid porque le llamaron que estaba enfermo su padre y no dijo ni adiós; El Gitano, al que le tocó la lotería después de ser el primer rebelde del fútbol; Marianín y un presidente asesinado...
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