Al frente de la misma ha regresado Héctor Escobar, librero y editor, que ya había ocupado este puesto con anterioridad. Después de la depresión de la feria anterior, que estuvo a punto de desaparecer y se salvó in extremis pero con evidente precariedad (sin que en ello tuviera nada que ver el presidente anterior, Yugueros, que se volcó para sacarla adelante), la valoración primera es de evidente mejoría y de relanzamiento, idea que cuajó. Escobar también lo cree: «Yo creo que la feria ha sido buena, incluso muy buena. Las actividades estuvieron animadas, los libreros no se quejan de las ventas y la plaza estuvo animada, acompañó el tiempo... pero yo soy consciente de que León merece otra feria, que la industria cultural debe ser puntera en esta ciudad y desde ese punto de vista diría que esta edición ha sido la primera piedra».
Cree Escobar que su gran aportación ha sido «la ilusión y la capacidad de aglutinar esfuerzos. He logrado que colaboren el Ayuntamiento, la concejalía;pero también la Diputación con los editores emergentes; la Junta con Ilumina, que fue espectacular o el Musac. Pero creo que no es suficiente , que son ellos quienes tienen que tomar el testigo, implicarse a fondo, crear la Oficina del Libro con trabajadores suyos, que nuestra función es otra, mi función es ser librero y editor... Me implico porque creo en ello, porque quiero poner en valor aquello que a mí me apasiona pero son las instituciones las que se tienen que poner al frente, y nosotros a colaborar».
Algunos de los escritores presentes en la Feria, fundamentalmente los leoneses, dieron un toque de atención en este sentido. Al brillante pregonero, José María Merino, le resultaba casi increíble que «esta ciudad, con lo que es León en la literatura española, no tenga una Feria del Libro acorde a esta realidad; a veces visito ciudades sin ningún escritor local y se vuelcan con su Feria del Libro».Pero también Colinas, Marta del Riego, Mestre... No les lleva la contraria Héctor Escobar, sabedor de que ésa es una realidad incuestionable. A la hora de analizar las claves de la buena acogida en general de las actividades de este año Escobar lo tiene muy claro: «Hemos tratado de buscar un equilibrio, de que todos los géneros estuvieran, como poetas como Ana Rosseti, Mestre o Colinas; narradores como Mateo o el pregón de lujo de Merino; la novela histórica; literatura infantil... Y creo que hemos logrado que la ciudad salga a la calle, al encuentro con los libros pero, insisto, es la primera piedra, si nadie coge el testigo volveremos a lo mismo».
Palabra de librero.