¡Aparta que viene! Como ocurre siempre detrás de las luces hay historias sorprendentes que se quedan habitando el mundo de las sombras.
Los ‘maestros’ se bajan orgullosos de las furgonetas, sonríen, firman autógrafos, caminan como por una nube y a su lado nadie repara en unas cuadrillas anónimas, imprescindibles, los que se la juegan en un par de banderillas arriesgado y saltan la barrera, los que están al quite, los que no dejan de mirar para el maestro... Los que se besan entre ellos al encontrarse pues ya han estado en mil batallas.
Muchos de ellos también soñaron la gloria, no nacieron de plata sino que también soñaron con bañar en oro a su madre. Muchos anduvieron por trenes baratos buscando una oportunidad en cualquier plaza, muchos durmieron a la puerta de la plaza para pedir una oportunidad, pero el día que vieron que la suerte para ellos se escribe con renglones muy torcidos se apearon de los sueños y se subieron al tren de la subsistencia, la vida, el plato de comida diaria al lado de quien sí logró subirse al tren de la gloria.
Montoliú, Mambrú, Miguelete, Blanquet, El Vito, Parritas, Carmona, Mozo, Girali, El Mangui... son nombres que ellos pronuncian con veneración y que casi nunca saltan a los papeles.
Lo más leído