Gallar: principio y final

Nada será igual. El paso de las jornadas ha volteado la historia reciente de los derbis. La Cultural tiene una diferencia sideral en puntos y en juego, su proyecto es referencia y su afición será ampliamente mayoritaria en las gradas. Las quejas, como las urgencias, han cambiado de barrio. Es su vecino el que empieza a jugar al borde del precipicio porque una derrota en la capital podría alejarle de una manera casi definitiva del objetivo mínimo de la temporada que se empezó a torcer en el choque de ida.

Tampoco será igual esta vez. No le importó en El Toralín ceder el balón de inicio para matar a la contra y terminar dando una exhibición de precisión en el galope y en el remate. De la Barrera y su plan mutaron por unas horas y salió a hombros con su propuesta. Desde entonces ya nada es igual. Ganó tiempo y credibilidad para plasmar su verdadero ideal: un equipo dominante que se defiende con el balón y que desgasta al rival con sus largas posesiones hasta que resuelve el talento. No le cambiará el paso a Munitis, que ha buscado resultados como antesala de un juego más acorde al potencial. De ahísu defensa de cinco. Los últimos triunfos no aparcan las dudas. Asumirá su rol en este duelo, defenderá y tratará de que la portería contraria no le quede tan lejos como le suele ocurrir a los visitantes en León…y que el paso de los minutos juegue a su favor.

Armas tiene para discutir el dominio y ser valiente, pero las circunstancias mandan, como los detalles. Elegir entre José León y Yeray como acompañante de Iván, cuyo regreso alivia, que Chavero y Cidoncha disfruten con el balón y no corriendo detrás de él, activar a Toni entre las fauces de Andy, poner a Benja y al enrachado Figueroa ante el gol y, por supuesto, Gallar. Un derbi le dio a conocer. Impactó un futbolista veloz y preciso cuyo arsenal de cualidades escondía paredes, diagonales y goles de dibujos animados. No hay mejor ocasión para abrir la puerta grande del Reino. Desde el lunes ya nada volverá a ser igual.