"Estoy como un Longines"

Se llama Arsenio pero para todos es Farruquín, incapaz de estar quieto y sube a un tejado si ve una teja movida o echa mano al cemento si la chimenea no tira. Toca el bombo en pasacalles y fiestas, conduce... Está como un reloj

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
13/02/2016
 Actualizado a 14/09/2019
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– Pregunté en el pueblo por Arsenio y nadie daba razón de tí.
– ¡Qué van a dar razón! Yo soy Farruquín, de toda la vida de Dios, desde hace más de ochenta años.

– Pero te llamarás Arsenio, ¿o no?
– Sí hombre, y Fernández y Villarroel, que aquí hay de todo, nombre, apellidos, perros, piscina y hasta un jabalí, que ya es viejín, ya casi no se puede levantar. Me da una pena, es como de la casa.

– ¿Y lo de ‘Farruquín’ de dónde viene?
– De mi padre, que era un albañil de mucha categoría, y le decían Farruco. Y yo como soy el hijo y no soy muy grande pues casi nací con el nombre puesto.

– No eres muy grande, pero en el pueblo se quejan que marchaste con la mejor moza del pueblo.
– Eso es verdad, y buena suerte que tuve con ella. Vine a hacer una obra aquí a Casasola, en casa de los suegros, y entre que soy de mucho hablar y que me debieron de ver trabajador... Que entonces un paisano era paisano por ser paisano, no como ahora, que en la tele no hay más que figurines que no valen para nada. Dice David, el nieto, que a eso le llaman postureo.

– Trabajador sí lo eres, de toda la vida de Dios, como dices tu.
– Desde niños, estos del postureo tenían que pasar un año 41 como el que pasé yo. Era un rapaz y ya cuidaba las ovejas allá para la montaña, en Prioro, y bebía directamente la leche de las cabras.

– Pero sobre todo eres albañil.
– No te digo que ya lo era mi padre. Toda la vida entre cemento, donde hace una obra Farruquín no hace falta volver a tocar. Por eso tengo que hacer chapuces, me llaman clientes antiguos, que no quieren que meta mano nadie.

– Pero, sobre todo, instalas chimeneas como nadie.
– Ahí soy el número 1. De joven emigré a Suiza, que se hacía dinero entonces, y allí lo de la chimenea tiene mucha tradición. Aprendí para siempre.

– Dicen que fuiste 15 días para el sur, de vacaciones, y acabaste allí meses... pero trabajando.
– Empezaron a salirme chapuzas y la gente quedaba contenta. Les dije a los hijos de montar la empresa allí, pero aellos no les falta trabajo aquí.

– ¿Qué pasó con el carnet de conducir?
– Fui a renovarlo por un año y me lo dieron por tres, dijo el paisano, «usted está como un Longines».

– 83 años y tocando el bombo.
– Me salen una cantidad de bolos terrible, en verano no paro, de la diana para la procesión, la banda de Gradefes...
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