Estar en (el cielo) Babia

César de Prado ofreció en la Casa del Parque de Babia su visión de montañero de esta singular comarca

Fulgencio Fernández
20/08/2017
 Actualizado a 16/09/2019
César de Prado describió varias excursiones montañeras por esta comarca.
César de Prado describió varias excursiones montañeras por esta comarca.
La vieja e histórica expresión de Estar en Babia nos lleva siempre a leyendas de reyes, descansos, vacaciones y paisajes idílicos... pero a pie de montaña. Es difícil imaginar a aquellos reyes de «estar en Babia» ascendiendo montes, buscando cielos y debajo las nubes.

Pero esta Babia sí existe y también es uno de sus grandes valores y uno de sus activos. De esta faceta habló este sábado en la Casa del Parque de Babia y Luna el conocido montañero leonés César de Prado Malagón, que acompañó sus palabras de una proyección de una belleza que dejaba muy claro lo apuntado.

De Prado desarrolla principalmente su trabajo diario en la Cordillera Cantábrica, fundamentalmente, en los Picos de Europa, macizo del que es gran conocedor y divulgador. Ha subido la Torre del Llambrión en más de veinte ocasiones, aunque su montaña preferida es el Naranjo de Bulnes, a cuya cima ha ascendido en más de un centenar de ocasiones, escalando por numerosas vías de sus cuatro caras. Pero también es un apasionado de los montes de Babia y Luna como demostró ayer en su ponencia y proyección, en la que dejó claro que «la proyección  que presentaba, titulada ‘Estar en Babia’ tiene una neta vocación montañera. No en vano ha sido realizada por montañeros y versa sobre uno de los territorios más accidentados de la provincia de León, que puede presumir de hermosas cumbres».

Sin embargo, no quiere olvidar algo que a César de Prado le parece fundamental, no solo en Babia, también en el resto de espacios naturales en los que existe población, es decir el cuidado por el factor humano. «No podemos olvidar los factores naturales y humanos que han conformado esta comarca. En este territorio se asentaron los hombres desde el Neolítico y han luchado por la supervivencia, lo que podemos constatar en la existencia de pastos de regadío muy elevados y el establecimiento de la trashumancia, de gran trascendencia para la comarca y para todo el país» pues fue una de las ocupaciones que conformó el motor económico de estas tierras y tuvo gran importancia en todo el país.

En su ponencia César  de Prado describen varias excursiones montañeras por esta comarca, en las que no podía faltar la más emblemática Peña Ubiña. Curiosamente el montañero reconoció que tiene gran atractivo para todo el mundo porque «se trata de una ascensión al alcance casi de cualquiera, que permite con una subida relativamente sencilla acceder a una gran altura», lo que, señaló, la convierte «en un gran aliciente pero también en un su mayor peligro, de hecho las cifras nos alertan de que es la peña leonesa en la que se han producido más accidentes mortales en los últimos años», de hecho, el pasado año hubo tantos accidentes mortales en Peña Ubiña como en el resto de las montañas leonesas.

Para el último fallecido en Peña Ubiña quiso tener César de Prado un recuerdo, aunque matizando que «creo que puedo mandarle un abrazo y un emotivo recuerdo de todos los montañeros leoneses pues Alberto Antón Acebedo era un personaje muy querido por todos y muy conocido, porque llevaba muchos años de montaña y, además, es un nombre ligado al albergue de Pardomino, por el que tanta gente ha pasado durante años y años». Recordó el montañero, asimismo, la larga y ejemplar lucha que mantuvo Antón Acebedo durante dos décadas contra una enfermedad complicada para un montañero, la esclerosis múltiple. «En vez de aceptar la derrota cuando conoció su enfermedad decidió luchar contra ella y se puede decir que la venció, que siguió siendo un gran montañero y, sobre todo, quiero resaltar que mantuvo este pulso contra la enfermedad con una sonrisa abierta y cercana, lo que le convertía en alguien muy entrañable para todos».

El accidente de este ejemplar montañero parece que nada tuvo que ver con su enfermedad, «son cosas que ocurren en la montaña».

César de Prado ‘regaló’ a los asistentes algunas recomendaciones sobre ascensiones con mucho gancho en estos montes de Babia. Y habló de aquellas que conducen al Penouta, al Cañada, a Peña Orniz, a Montihuero, al Colinas o a Peña Ubiña, y recorridos como el de la Laguna Grande, el Camino Real de la Mesa o los Lagos de Saliencia ....
Destinos para ‘estar en Babia’, pero fundamentalmente en su cielo.
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