¿Era su padre pobre de solemnidad?

Según los diferentes certificados de la vida de Miguel, el padre del relojero, eran pobres como los demás vecinos del pueblo

Marcelino González y F. Javier Álvarez Prada
19/07/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Uno de los autores, Francisco Javier Álvarez Prada, en el homenaje a Losada el 10 de marco de este año en la Casa de León en Madrid. | L.N.C.
Uno de los autores, Francisco Javier Álvarez Prada, en el homenaje a Losada el 10 de marco de este año en la Casa de León en Madrid. | L.N.C.
De la vida de Miguel tenemos bastantes datos y no compartimos que a su muerte fuera pobre de solemnidad como se ha afirmado sin aportar ninguna prueba. Nace el 29 de septiembre de 1763, se casa con María Conejero el día diez de octubre de 1796, por lo tanto tenía 33 años. Del matrimonio nacerán 10 hijos.

En 1812 y por causas que aun desconocemos esta preso en la cárcel de Ponferrada. Este debió de ser un momento muy difícil para la familia ya que sus hijos eran muy pequeños. El mayor, Manuel solo tenía 12 años y Bibiana la más pequeña en ese momento no llegaba a dos años. Parece que no estuvo mucho tiempo en prisión si tenemos en cuenta que dos años después de esta fecha nace Juan, su último hijo. En el documento que tenemos, Miguel previendo las necesidades familiares da poderes a su mujer para que de sus propiedades o de las de ella pueda vender lo que crea conveniente. Nos puede llamar la atención que tuviera que dar poder a su esposa para vender incluso sus propias fincas, pero así era en esta época y los documentos en los que las mujeres eran las que vendían empezaban todos diciendo «con poder cumplido que pidió a su marido y este se lo concedió».

El poder, según los archivos provinciales, dice así: «En la villa de Ponferrada a catorce de abril de mil ochocientos y doce ante mi escribano público y testigos pareció Miguel Rodríguez de Losada vecino del lugar de Yruela, Jurisdicción de Cabrera la Alta preso en esta Real Cárcel aunque con libertad y dijo daba y dio su poder cumplido general y bastante a su consorte María Conejero y con cláusula de constitución en forma para que para que en su nombre y representando su persona acción y derechos administre y cuide de sus bienes los disfrute y goce y así mismo para que de sus bienes o los suyos según se le proporcione pueda venderles a la persona...».

Miguel fallece en 1833 siendo ya viudo a la edad de setenta años.Este certificado de defunción nos desvela varias cosas. Lo primero que quien oficia la ceremonia es Ángel Rodríguez de Losada, hermano de Miguel. Tenía pues dos hermanos sacerdotes Juan en Cerecinos y este Ángel que desconocemos donde ejercería ya que dice vicario en vacante por ausencia del titular. Otro punto a tener en cuenta es que lo entierran dentro de la iglesia «se enterró dicho cadáver al arco de la capilla de San Andrés».El fallecimiento de Miguel hace que los hijos de Miguel que aún siguen en Iruela vayan poco a poco abandonando el pueblo, buscando seguramente mejores condiciones de vida. También en ello han de influir sus hermanas Antonia y Vicenta. Sabemos que Antonia está de criada en casa de Tomás del Riego en el pueblo de Valdesandinas, y que años más tarde Tomás enviuda y se casa con Antonia, que tenía 32 años, el 7 de enero de 1838, Vicenta ya se había casado el año 1834 con Vicente Fernández de Roperuelos del Páramo, tenía en ese momento 31 años. Años más tarde también María y Bibiana se casan en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Valdesandinas y es muy probable que Vicenta y sobre todo Antonia tuvieran que ver en ello. Puede que de vez en cuando visitaran a sus hermanas ya establecidas en Valdesandinas y Roperuelos y esto facilitara sus noviazgos y bodas. María se casa con Bernabé Baeza cuando tiene 33 años el día 7 de febrero de 1844, esto en primeras nupcias y al quedar viuda, lo hace de nuevo con Gregorio Castrillo el 3 de diciembre de 1852, tiene ahora 41 años. Bibiana contrae matrimonio con Santos Muñoz y lo hace ya con 39 años el día 21 de noviembre de 1849. Juan también se casa en Truchillas, trascribimos su certificado de matrimonio con Magdalena Carbajo: «En la Iglesia Parroquial de Truchillas día veinte y seis de junio del año de mil ochocientos treinta y cuatro Dn Pedro Javier Álvarez vicario en vacante de Villar del Monte asistió con mi licencia al matrimonio que in facie Ecclesiae contrajeron Juan Rodríguez, soltero hijo legítimo de Miguel y María Conejero, ya difuntos, que fueron y el contrayente lo es del lugar de Yruela y Magdalena Carbajo, viuda que quedo de Domingo Lobato e hija legítima de Casimiro y Victoria Escudero, difuntos y vecinos que fueron y ella lo es de este sobredicho lugar... no resultando más impedimento que el parentesco de consanguinidad en cuarto con quinto; pues así consta de la certificación dada por Dn Lorenzo Valcarce cura de la misma; y ello han sacado la correspondiente licencia del Tribunal Eclesiástico de Astorga. De cuyo matrimonio fueron testigos Manuel Morán vecino del citado Yruela, Pablo Morán del significado Truchillas, e yo el Párroco del mismo en donde en fe de ello lo firmo, día, mes y año referido».A la muerte de Miguel se hace un inventario de sus bienes, dice que porque quedan hijos menores, es en el año 1833. De sus diez hijos ahora viven siete: Ausentes (Manuel, José, Vicenta y Antonia) y presentes (María, Bibiana y Juan).

En la relación de sus bienes se dice que posee una casa de alto y bajo valorada en 320 reales, un pajar en 115, una muria en 80. En enseres, ropa y herramientas existen 51 anotaciones: hay zapatos, medias, sombrero, casaca, machado, azuela, escudillas, dos vacas, carro, arado, arca, etc. Entre prados, tierras y linares se inventarían 28 fincas con un valor que va desde 25 reales a 250.

En el testamento de Tomás del Riego, casado con Antonia, hija de Miguel, también dice lo siguiente: «además también recibí cuatrocientos reales de fincas vendidas en el pueblo de Yruela correspondientes a mi mujer por herencia de su difunto padre».

Desde luego este patrimonio hoy parecerá una miseria y que la familia poseedora de el mismo era pobre de solemnidad, pero estamos hablando de 1833, en un pueblo de la montaña de León donde no creemos que los otros moradores de Iruela tuvieran mucho más.

Hacemos este desarrollo de la vida de Miguel para hacer ver que si bien eran pobres, lo debían de ser como los otros vecinos de Iruela y para que ese calificativo, nos parece que expuesto sin ningún rigor, no merme la dignidad de la familia. Se ha dicho que si eran pobres, lo eran de solemnidad.

El calificativo de pobre que aparece en el certificado de defunción se refiere al baremo establecido por la Diócesis para el pago de la sepultura y que en este caso es de 12 reales.
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