Empieza el derbi de la "concordia"

Cultural y Ponferradina desean una "fiesta del fútbol" en la que reine el buen ambiente y resaltan la buena relación existente entre ambas directivas

Alejandro Cardenal
23/08/2016
 Actualizado a 01/09/2019
Rubén de la Barrera, Felipe Llamazares, José Fernández Nieto y Manolo Herrero. | A. CARDENAL
Rubén de la Barrera, Felipe Llamazares, José Fernández Nieto y Manolo Herrero. | A. CARDENAL
La rivalidad, solo en el terreno de juego. Con el regreso del derbi tras seis años de ausencia, Ponferradina y Cultural apuestan por una «fiesta del fútbol» que deje atrás el mal ambiente reinante en épocas anteriores y de paso a una era de «concordia». Así lo defiende el director general de los culturalistas, Felipe Llamazares, que no dudó en dar ejemplo y acudió ayer a Ponferrada acompañado del entrenador Rubén de la Barrera para participar en un encuentro distendido con sus homólogos bercianos, el técnico Manolo Herrero y el presidente, José Fernández Nieto. «Ya teníamos unas buenas relaciones y con el nuevo consejo son incluso mejores. En cualquier cuestión en la que nos necesiten y nosotros podamos ayudar vamos a estar ahí. Eso sí, rivalidad deportiva va a haber siempre. Ellos van a querer ganarnos a nosotros y nosotros a ellos también», asegura el presidente del conjunto blanquiazul.

Fernández Nieto insiste en que la rivalidad deportiva no puede degenerar en violencia y confía en que deportivistas y culturalistas den un ejemplo en El Toralín. «La afición siempre quiere que gane su equipo, en un partido así todavía más, pero deben luchar también con deportividad desde la grada, tal y como se ha hecho hasta ahora».

En el coloquio organizado por esRadio, el cuarteto analizó el partido del viernes y coincidió en el diagnóstico; el ganador dará un golpe de efecto, especialmente en el apartado anímico, pero tres puntos, cuando el balón no ha hecho más que empezar a rodar de forma oficial, no serán decisivos en la lucha por el ascenso. «Todavía estamos empezando. Queremos ganar todos los partidos pero al final lo importante es estar arriba en mayo», recuerda Llamazares,una opinión que comparte Manolo Herrero, que eso sí, admite que una victoria berciana ayudaría a que no aparezcan las primera «urgencias» tras la derrota ante el Izarra (2-0).

Por su parte, De la Barrera avisa de que el partido solo es decisivo «para la clasificación de la segunda jornada» yno cree que el resultado del viernes «vaya a determinar el futuro de toda una temporada». «El viernes pasará, y quedarán todavía 36 partidos por jugar. Son tres puntos más que queremos ganar, pero que valen igual que el resto», agrega.

Consenso en el horario


También prueba el buen momento que atraviesan las relaciones institucionales entre ambos clubes el consenso a la hora de acordar un horario que ha causado mucho revuelo. El Toralín acogerá el primer derbi en seis años un viernes, un horario impopular en el fútbol español, pero que ambas directivas defienden como el «más beneficioso» para los futbolistas. «En las próximas semanas, con la Copa del Rey de por medio, los jugadores van a agradecer que pasen cinco días entre partido y partido. Es más lógico que no esperar siete días y luego descansar solo tres», explica Llamazares, que entiende la repercusión por el horario elegido, pero cree que la buena aceptación «que ya tiene en el fútbol europeo» acabará haciendo que en España también se vea «normal» jugar los viernes.

Fernández Nieto recuerda además que con muchos aficionados todavía de vacaciones o tratando de exprimir al máximo los últimos coletazos del verano, este horario permitirá «aprovechar el fin de semana para estar con la familia o salir de viaje».

En cualquier caso, espera que El Toralín «marque el primer gol» y la afición no falle a la cita. «No pienso en otra cosa que no se ganar», asegura el presidente, mientras que Llamazares admite que los bercianos son «favoritos», pero confía en que la Cultural de la talla y logre repetir la victoria (1-0) que consiguió en el último derbi, disputado en el Reino de León, en 2010.

Corazón y cabeza


Un derbi es especial. Cuando lo que está en juego no son solo tres puntos, también entran en liza otros factores. Emoción. Ansiedad. El que va ganando teme una remontada, el que pierde, una goleada. Tanto Rubén de la Barrera como Manolo Herrero son conscientes de que la atmósfera que se vivirá en El Toralín el viernes será totalmente diferente a la de otros partidos, y aprender a gestionar y a convivir con ese ambiente será el primer paso hacia la victoria. «El partido va a ser especial y emotivo, tenemos que saber controlar eso, porque nos van a exigir el máximo», asegura el técnico culturalista.

Tampoco desea Herrero un partido con más corazón que cabeza. Para el jienense, Cultural y Deportiva son, técnicamente, dos de los mejores equipos de la categoría y cree que deben explotar esas virtudes y no caer en la tentación de un partido descontrolado. «Un derbi se vive con intensidad, pero ambos proponemos jugar a fútbol, no creo que vaya a ser un partido de mayor ritmo que el resto de la Liga», confiesa.

Para Herrero, la derrota en Izarra supone un tropiezo, pero no duda de la capacidad de su equipo para «cumplir los objetivos a final de temporada» y cree que el partido ante la Cultural puede ser un buen punto de partido para «empezar a sumar de tres en tres» y que tras el naufragio en Merkatondoa, las aguas vuelvan a su cauce.
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