Primero fueron las heladas de finales de abril y el granizo. Después llegó la sequía y ahora otra vez la climatología se pone en contra del campo leonés. Este estaba falto de agua, pero lo que menos necesitaba era precisamente que las precipitaciones fuesen en forma de granizo, lo que ya da la ‘puntilla’ a una campaña que está siendo especialmente complicada con todos los elementos en contra de la agricultura. En algunas localidades de la comarca del Órbigo especialmente, la tormenta hizo mella este domingo por la tarde con fuertes tormentas que descargaron en forma de grandes piedras que arrasaron a su paso con campos de maíz. Tampoco se salvó el lúpulo, cuyas matas quedaron hechas jirones este domingo por la tarde.
Las calles se convirtieron así en riadas de precipitaciones que llegaron después de mucho tiempo sin ver llover y no de la manera deseada por los agricultores. Además, han quedado afectados viñedos y huertas y en algunas localidades registraron hasta 36 metros cúbicos de agua en pocos minutos. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología es que los cielos continuarán grises con presencia de chubascos e incluso la persistencia de las tormentas. Las temperaturas se mantendrán y la probabilidad de precipitaciones aumentará de cara al martes.
El pedrisco da la 'puntilla' al campo leonés esta campaña
En el Órbigo especialmente, las tormentas de este domingo han dejado un paisaje desolador en las fincas de maíz y de lúpulo con las plantas hechas jirones
27/08/2017
Actualizado a
14/09/2019
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