Las estadísticas evidencian el fracaso de una medida que durante años han reclamado los diversos colectivos de autónomos. Siete años después de que se aprobara la ley 32/2010 por la que se establece un sistema específico de protección por cese de actividad de los trabajadores autónomos es patente que la articulación de la prestación no ha funcionado. No ha funcionado para el colectivo de autónomos, puesto que para la Seguridad Social la Prestación por Cese de Actividad (Cata) se ha convertido en una importante fuente de ingresos. De acuerdo con los datos hechos públicos por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), la Seguridad Social recaudó durante el pasado año más de 134 millones de euros por cotizaciones de cese de actividad de los autónomos y sólo pagó 16 por prestaciones, de los cuales11,3 corresponde al Cata, puesto que los 5 restantes son por la cotización de las contingencias comunes.
«En términos de recaudación pura y dura el Cata es una auténtica joya puesto que solamente se destina al pago de esta prestación algo menos del 15% recaudado», denuncia el secretario General de Upta, Eduardo Abad, que manifiesta su «estupor ante semejante atropello a lo acordado y refrendado en nuestro ordenamiento legislativo».
No obstante, los autónomos denuncian las numerosas trabas para acceder a las prestaciones una vez que cesan su actividad. Upta denuncia que más de la mitad de las solicitudes son rechazadas. De acuerdo con los datos de la unión, de las 4.278 solicitudes de prestación solicitadas el año pasado se resolvieron 3.717, con 1.616 favorables y 2.101 denegadas.
Cuánto se cobra
En cuanto a la cuantía de la prestacióny la duración de la misma, la ley fija las cantidades y los plazos, que los trabajadores por cuenta propia también consideran «cortos» en los dos casos.El Cata equivale al 70% de la base reguladora por la que el autónomo haya cotizado en el último ejercicio. La mayor parte de los autónomos cotizan por la base mínima (actualmente 893,10 euros al mes) por lo que la prestación será de 625,17 euros al mes.
Las prestaciones también están topadas. Aunque en función de la base de cotización del autónomo le corresponda una prestación, nunca podrá superar el 175% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), que es de 532,51 euros. Es decir, el importe máximo que puede percibir un trabajador por cuenta propia en concepto de cata son 931 euros mensuales. No obstante, en caso de tener hijos a cargo el multiplicado asciende hasta el 200% o el 225%.