"El instituto" era él

El instituto en León era el Padre Isla, durante mucho tiempo fue el único y siempre el referente, el instituto. Mañana celebra los 50 años del nuevo edificio y a la vez cumple la friolera de 170 años formando a jóvenes leoneses. Profesores y alumnos que han escrito la historia de esta tierra

Fulgencio Fernández
09/10/2016
 Actualizado a 16/09/2019
El actual del Instituto Padre Isla en la avenida La Facultad. | DANIEL MARTÍN
El actual del Instituto Padre Isla en la avenida La Facultad. | DANIEL MARTÍN
En la cronología del histórico Instituto Padre Isla de León, Pablo Celada Perandones, que la recogió con todo lujo de detalles, anota el día 9 de octubre de 1966:"Inauguración del nuevo y actual edificio (del Instituto), emplazado entre la Avenida de la Facultad y la Calle Marqueses de San Isidro, obra del arquitecto Miguel Martín Granizo, con asistencia de Francisco Lagaz Lacambra, subsecretario del M.E.N.; Ángel González Álvarez, director general de Enseñanza Media, rector de la Universidad de Oviedo y el Decano de la Facultad de Veterinaria, Andrés Suárez...".

También recoge el equipo directivo que comandaba el sacerdote Luis López Santos y en el que estaban Waldo Merino, José María Pérez Gómez de Tejada; Modesto Llamas Gil y Lucio García Ortega.

Quiere ello decir que este ‘nuevo edificio’ cumple este lunes 50 años y así lo van a celebrar los integrantes de la comunidad educativa y alumnos del Padre Isla, con diversos actos. Pero la propia expresión ‘nuevo edificio’ nos lleva a una historia mucho más larga, tanto que en el caso del Instituto Padre Isla llega hasta los 170 años de existencia, que ya es en 1846 cuando echa a andar, como se recoge en las citadas efemérides, así el 30 de octubre de este año se promulga una "Real orden del Ministerio de la Gobernación disponiendo la formación de presupuesto indispensable para llevar a cabo las obras que requiere el edificio, a fin de que habilitado convenientemente se instala el Instituto en el convento de San Marcos".

El pasaje más polémico de su larga historia es la demolición del viejo edificio de 1966 Pasó después por las Cátedras de Latinidad del Seminario y por el Palacio de los Guzmanes antes de ir, en 1909, al Instituto General Técnico, donde estuvo hasta ser demolido, en 1966, para ser inaugurado ‘el nuevo’.

Esta demolición es uno de los pasajes más polémicos y cuestionados de la larga andadura del Padre Isla, son muchas las críticas, y recogemos, a modo de ejemplo, una de ellas por estar publicada en el prólogo de un libro sobre el instituto.Es del profesor Cordero del Campillo, quien escribe:"Ignominiosamente derruido, sin ton ni son, para ser sustituido por lo que acaso sea más funcional (?), pero no pasa de la mediocridad estética. Lamentablemente las piquetas de los gallos no siempre anuncian la aurora en León, sino inmisericordes derribos".

Así nació el nuevo Padre Isla porque el viejo era el instituto, cuando se decía "el instituto" era él, una institución muy querida por los leoneses que veían en ella la otra salida que no era el seminario. Dos ejemplos hablan de cómo crecía el Padre Isla:"En febrero de 1850 Aquilino Rueda abre una cátedra gratuita de Dibujo Industrial, comprendiendo la resolución gráfica de los problemas de geometría, el trazado de curvas..." o "Manuel Rodríguez Palencia, catedrático interino de Física, hace donación de un Herbario conformado 1.124 esqueletos de plantas exóticas e indígenas, en 12 tomos, reunido por su abuelo, Manuel Rodríguez González, corresponsal del Jardín Botánico de Madrid".

Tuvo destacados nombres de la cultura leonesa en sus claustros, destacando Lucio García OrtegaEntre los históricos directores del Padre Isla hubo relevantes personalidades de la vida cultural;gente como Eloy Díaz-Jiménez y Molleda, prestigioso historiados con especial atención a esta tierra y autor de investigaciones sobre Juan del Enzina, los comuneros o Jovellanos y León;Policarpo Mingote y Tarazona, autor de una guía del viajero y una historia de Varones ilustres de la provincia o el salmantino más enamorado de León, Mariano Domínguez Berrueta.

Entre los alumnos figura Sinesio García, famoso después con el apodo de Diego Abad de SantillánPara acercarse a lo que pudo suponer el nuevo instituto para León es un ejercicio muy ilustrativo fijarse en su primer equipo directivo del sacerdote Luis López Santos, tal vez el que opiniones más divergentes cosecha (hoy mismo Kike Cardiaco habla bien de él). Allí estaba Modesto Llamas Gil, un referente en la pintura leonesa;Waldo Merino, uno de los profesores más recordados de esta tierra, el repetido don Waldo;José María Pérez Gómez de Tejada, más anónimo pero un personaje imprescindible en el desarrollo del gusto por la astronomía, a él se le debe el observatorio que es hoy una seña de identidad del Padre Isla;y Lucio García Ortega, el filósofo, un personaje irrepetible. En un homenaje que se le hizo hace unos años hay testimonios ‘para regalar’, pero voy e elegir un artículo publicado en El País por Jesús Aguirre, en 1981, unos años después de su muerte:"No era Lucio un hombre de finuras, pero sí de fineza. La anécdota de procedencia campesina realzaba en su conversación, al aliviarlo de pedantería académica, el rango del pensamiento. (...) La sorna urbana de Aranguren se compadecía con la aldeana del joven filósofo (Lucio); sorna, la una, espirada, e inspirada la otra. Sus manos eran, cuando hablaba, destartaladas, como pájaros sin grano que picar, con sólo veletas frías para posarse. Su rigor severísimo para con los demás en cuanto a rebuscamientos y tráfagos se compensaba con una piedad inexorable por los defectos y las debilidades. Se negó a trepar por la mejor de las razones, la pereza".

Entre los alumnos los hay de todos los colores, políticos y del campo que se desee, pero es curiosa la presencia de Diego Abad de Santillán, "el teórico y filósofo" del movimiento anarquista, quien en los anales del instituto figura con su nombre:Sinesio García Fernández, natural de Reyero. Estudiante de notables y aprobados, sin suspensos ni sobresalientes, que no acudió nunca a las clases de religión y gimnasia (entre 1912 y 1916), que no eran asignaturas de carácter obligatorio.
Demasiadas historias para contar ‘del instituto’, que hasta 1983 no fue mixto.
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