El crecimiento de la pobreza se frena en el Bierzo, pero se extreman los casos

En el Día Internacional de Erradicación de la Pobreza, asociaciones y oenegés de la comarca destacan la buena respuesta de la ciudadanía en iniciativas solidarias

Alejandro Cardenal
17/10/2016
 Actualizado a 16/08/2019
Leche y alimentos destinados al Banco de Alimentos, imagen de archivo. | ICAL
Leche y alimentos destinados al Banco de Alimentos, imagen de archivo. | ICAL
Lo peor de la crisis ya ha pasado. En los últimos años, la difícil coyuntura económica, que en el Bierzo se veía agravada por la agonía de la minería y el carbón, había provocado que asociaciones y oenegés de la comarca llegaran incluso a verse desbordadas ante la avalancha de peticiones de ayuda.

Aunque las cifras siguen sin volver a las de antes de 2008, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza el Bierzo puede ‘celebrar’ que el crecimiento se ha estancado. Así lo confirma Ana Garnedo, portavoz del Banco de Alimentos del Sil (BAS), una de las organizaciones más activas, que ofrece alimentos básicos a 7.000 personas. Garnedo señala que «salvo pequeñas subidas», desde el año 2013 el BAS, trabajando en colaboración con Cáritas o Proyecto Hombre, ofrece alimentos para cubrir las necesidades básicas de 7.000 personas, una cantidad que «sigue siendo escandalosa, pero ha dejado de crecer», explica.

Y es que la pobreza, que parecía algo «lejano» y restringido, afectó a estratos sociales que «jamás habrían imaginado verse en una situación así». «Familias que antes se veían con una casa, dos sueldos... de repente se quedaron sin nada», destaca.

Aunque se ha detenido el constante crecimiento de familias desfavorecidas, la nota negativa es que en muchos casos, su situación se ha extremado. «Hasta ahora hemos ayudado a 696 familias, al final del año estaremos rondando las 700, igual que en 2015», explica el responsable de Cáritas en Ponferrada, José Antonio Prada, que lamenta que en muchos casos la pobreza se «cronifica» y puede llegar a suponer una condena para las siguientes generaciones.

Para evitarlo, Cáritas pone el foco en la educación. «Un niño sin escolarizar, que no sepa leer ni escribir es un futuro pobre», avisa.

Por ello, la asociación lleva a cabo programas para integrar a los colectivos más desfavorecidos y sensibilizar contra el abandono escolar. «No se puede permitir que a estas alturas de curso todavía haya niños sin escolarizar», señala.

Respuesta humanitaria


En su peor momento, el Bierzo respondió dando ejemplo. «Lo ‘bueno’ de estos años es que la gente ha demostrado su lado más humano. Siempre están dispuestos a echar una mano», destaca Garnedo, que pone como ejemplo que incluso personas que en algún momento han tenido problemas y han necesitado acudir al Banco de Alimentos, han colaborado en iniciativas como la de la Gran Recogida.

También empresas como Lidl o Carrefour colaboran diariamente cediendo alimentos que no pueden vender por un mal envasado o empaquetado.
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