El cielo nos va a ayudar

Por Carlos García (COPE)

24/05/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Afición de la Cultural en las gradas del Mini Estadi. | PHOTODEPORTE
Afición de la Cultural en las gradas del Mini Estadi. | PHOTODEPORTE
Supongo que estos días les estará pasando algo similar a lo que me ocurre a mí. Tengo la sensación que estoy en otro mundo y no sé porque, me da la impresión que no pasan ni las horas, ni los minutos, ni tampoco los segundos. Lo peor llega por la noche. Le doy mil vueltas a todo. Me da miedo todo. Otros momentos en cambio, en un intervalo de tiempo tan corto, lo veo todo claro y de color blanco.

Me imagino a estas alturas que sabrán que trabajo en la Cope. Pues bien, cuando ya es muy tarde y al final los ojos se me cierran empiezo a soñar. Y entonces estoy igual de nervioso, pero veo y siento otras cosas. Sueño que al trabajar en la Cope me han dado un teléfono con el que puedo hablar con el cielo y que llamo a mi tío, a Pepín, al Purri y como ex jugador de la Cultural que es, le digo que se mueva, que le diga algo a Luis Aragonés o que busque a San Pedro para que le de cita con Dios y nos eche un cable con nuestra Cultural.

No me entiendan mal. Lo primero porque es verdad que sueño lo que sueño y lo segundo porque sé que hay gente que lo está pasando mal y seguro que necesita más a Dios que nosotros. Pero...sé también que es un favor para nuestro Padre Celestial más bien pequeño y haría feliz a tanta gente...
Se me va a hacer interminable la semana, igual que a usted. Transcurra como transcurra el partido sufriré, me emocionaré, temblaré, daré mil vueltas en la cabina, me pondré de pie, me sentaré, no sé....

Y cuando el árbitro pite al final también sé que pase lo que pase empezaré a llorar.
No sé si lo notarán los oyentes, supongo que sí.. Les pido perdón por adelantado, pero sé que si ganamos lloraré y si pasa lo contrario (que no pasará) también lo haré.

Luego seguiré en mi cabina. Intentando hacer lo que medianamente hago todos los fines de semana (trasladar emociones), y luego más tarde sin que nadie me vea, intentaré ir a algún lugar donde nadie me conozca para seguir llorando.

Amigos, amigas, que la suerte nos acompañe. Y si es así, háganme caso, disfrútenlo con moderación, pero disfrútenlo. Llevamos esperando mucho tiempo este momento que pertenece a todos y cada uno de los culturalistas que están repartidos por el mundo y por el cielo.

PD. No sé si existe el destino. El otro día en Barcelona, en el Mini Estadi... El reloj marcaba las 11 menos cuarto. Un operario del Barsa me dijo amablemente que tenía que terminar, que tenía que cerrar el estadio. Me acompañó a la salida con una linterna, pero antes de abandonar el lugar donde la Cultural había ganado 0-2, mire a lo lejos...El cielo se llenaba de multitud de colores por un enorme castillo de fuegos artificiales. ¿Fue un presagio?. El domingo lo sabremos. Suerte amigos culturalistas.
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