De sentimientos y miradas universales

Violeta Medina, además de magnífica poeta, está muy implicada con el mundo de las performances, que ha llevado a numerosos recitales realizados en países como India, Jordania, Siria, Líbano, Italia y España

Mercedes G. Rojo
04/02/2017
 Actualizado a 19/09/2019
La periodista, poeta y escritora chilena afincada en España, Violeta Medina.
La periodista, poeta y escritora chilena afincada en España, Violeta Medina.
Cuando alguien transita imparable de un lugar a otro al tiempo que escribe para plasmar con sus palabras los sentimientos que arrastra desde lo más íntimo, los que le producen aquello que vive ¿adónde pertenece? ¿Tiene, acaso, patria la poesía? ¿Tiene fronteras? Si nos situamos frente a la poesía de Violeta Medina, frente a su forma de escribirla, también de transmitirla, nos daremos cuenta de lo universales que son las palabras, los recuerdos que éstas evocan, los sentimientos que recogen. La poesía es universalidad porque a todos nos define, porque funde en palabras que escribimos (o que escriben por nosotros) la esencia de nuestro ser, sentimientos que son comunes o que sabemos reconocer, universos vividos o universos soñados…

Así es la mujer poeta que hoy acerco a estas líneas. De origen chileno, Violeta Medina lleva afincada en España desde 1993. Periodista de profesión, en ella ejerce aunque su mundo sea también el de la poesía. Si nos enfrentamos a su currículo así lo entenderemos. Y es que su poesía no está solamente en los poemarios publicados o en esas decenas y decenas de intervenciones – performativas las más de las veces- realizadas en todo el mundo en torno a esa palabra, su palabra poética. Lo está también en el mimo puesto al trabajar cada uno de los versos que componen las antologías de poetas mapuches y aborígenes australianos, por un lado, y de poetas bengalíes, por otro, para conseguir una buena adaptación poética a nuestro idioma. Por cierto, esta última responsable de que ambas nos conociéramos en su presentación en Astorga, junto a su traductor, el poeta – también bengalí - Subhro Bandopadhyay, momento a partir del cual se iniciaría una amplia colaboración cultural con ella, que nos permitiría disfrutar no solo de su poesía que pudimos disfrutar en diferentes ocasiones, sino también – en primicia – de algunas películas de cuyo plan de comunicación se encargaba, como ‘Pelo malo’, ‘Violeta se fue a los cielos’ o ‘La maleta de Marta’.

Además de una magnífica poeta, que ha volcado su obra en varios libros publicados en España y en diversas antologías iberoamericanas, Violeta Medina está muy implicada con el mundo de las perfomances, mundo que ha llevado a sus numerosos recitales realizados, por ejemplo, en los Institutos Cervantes de India, Jordania, Siria, Líbano, o en ferias y eventos literarios de Italia y España, entre otros múltiples lugares. Es una de esas poetas cuya poesía no solo hay que leerla, hay también que escucharla, y que verla.

Prepara con mimo cada uno de sus recitales, según el lugar, los idiomas, y según la estética que quiera experimentar (aún tengo en la retina el que nos ofreció en la Casa Panero de Astorga, en la sala de cantos, en torno a alguno de los poemas de su libro Piel de vidrio, que hizo dialogar con otros de Leopoldo Mª Panero), y en ellos integra elementos audiovisuales con propuestas escénicas diversas que pueden integrar las artes plásticas, la música o los vídeos entre otros.

Con lo dicho hasta ahora no hay duda de que en Violeta Medina la palabra es su instrumento, y que la trabaja para convertirla en magia, en poesía, y transmitírnosla así en sus versos. Como los que nos ofrece en el último de sus poemarios publicado ‘Piel de vidrio’, en cuyos poemas encontramos las huellas de tantos lugares vividos, de tantos lugares caminados, a veces de forma apenas insinuada, a veces explícitamente como aquel que comienza diciendo "Ventanas sucias…"

En cualquier caso son huellas que penetran en la cotidianeidad, en los detalles apenas percibidos, y no precisamente en esos otros aspectos que se venden entre alharacas a los ojos del visitante.

‘Piel de vidrio’ es un libro con el que Violeta Medina entra en las intimidades. En las suyas y en las que podrían ser de cualquier otro, ofreciéndonos una hermosa dualidad que se mueve entro lo más íntimo de los sentimientos y la reflexión que provoca esa observación de los detalles aparentemente insignificantes con los que su poesía nos salpica. Una interesante propuesta para ser descubierta.
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