Antonio López: "Pintar es una manera de vivir que te elige"

Antonio López, probablemente el mejor pintor realista vivo, ha impartido un taller en Fabero. Curiosamente, extrañamente, no ha tenido trascendencia. Una asistente al taller, la escultora leonesa Charo Acera Rojo, recrea ahora aquellos tres días con el maestro

Charo Acera
24/07/2016
 Actualizado a 18/09/2019
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Los  participantes, recibidos por Tomás Bañuelos Ramón y por Soraya Triana Hernández entramos al lugar  aula-taller con los ojos de la curiosidad, descubrimos al mirarnos que todos estamos sorprendidos por el espacio que se nos ofrece.  Un aula enorme, con una luz tranquila, curiosamente ordenada por espacios de trabajo, una tarima para el modelo con caballetes alrededor, distintos grupos de mesas y un montón de objetos, muchos relacionados con útiles de la vida minera, frutas, verduras, botes, tarros, colocados intencionadamente, donde la composición diagonal y los colores complementarios, los volúmenes, son aun invisibles a nuestros ojos, invasores de un espacio, organizado durante horas por la Coordinadora del Taller, Soraya, para el estudio, análisis y observación de la "pintura del natural".

Hay una luz tenue, que se mueve a lo largo del día, y los que nos enseñan, nos plantean la manera de pintar, un ejercicio por la mañana y otro por la tarde, cerca de las ventanas o lejos, bodegones o figura.

Mucho espacio, quizá más que en la mayoría de las Facultades y aulas donde nos hemos formado.

Lentamente vamos tomando posiciones, casi con ansiedad, sin mirar, cada uno elige un lugar donde colocar sus cosas y ocupar su puesto. Hay unas enormes ganas de pintar; quizá, una de las razones más humanas del grupo, es contarle al que está al lado, quiénes somos y qué sabemos hacer.

Así, bajo la mirada del Tomás y Soraya el espacio del aula, ha sido habitado. Durante el lunes y el martes, todos convivimos, no sólo con la tarea de dibujar y pintar, sino hablando de pintura, de pintores, de colores, y todo ese lenguaje que tan sólo en estos lugares y con estos grupos de personas se puede hacer, concentrados apuramos al máximo todo el tiempo, comiendo juntos o tomando después unas cervezas.
El negro está en la naturaleza, obsérvala, pero no la copies, busca dentro de ti, en tu forma de mirar
Tomás Bañuelos, es de Fabero y nos cuenta su sueño, quiere: "apostar por traer a su pueblo el estudio del Arte y la convivencia de las personas que lo viven"; ya el pasado año vinieron los becarios de la Universidad Complutense, este año los talleres y el próximo las becas de residencia, utilizando estos lugares, los talleres vacíos de la minería,  que son parte de la historia de este pueblo y que no deben perderse, que no deben destruirse, sí transformarse, sí restaurarse con las mínimas intervenciones posibles y dar cabida a la ocupación de los alumnos.

Invitar a los artistas y maestros, Antonio López García y a Julio López Hernández, dos grandes Artistas, que aportan alas al sueño y a las posibilidades que éste se cumpla.

Antonio López, ‘el maestro’

El miércoles, hace acto de presencia, una persona muy importante, al que todos rodeamos, saludamos y reverenciamos con nuestras sonrisas y nuestros nervios, va a convivir con nosotros hasta el viernes, un privilegio.

Antonio López,  en la actualidad, uno de nuestros mejores y más representativos artistas a nivel mundial, un hombre de ochenta años, con una vitalidad excepcional, se mueve de caballete en caballete hablando con cada uno de nosotros, aconsejándonos y compartiendo todo su saber humano y vital. De vez en cuando se sienta y ya sea con uno o con todos alrededor, revisa nuestros trabajos, nuestras obras y las comenta, nos anima a seguir buscando la manera de "mirar el mundo a través de una mancha pictórica que evoluciona", no copiando lo que se ve, ni representando la realidad mimética, sino sintiendo algo más; ese algo que todo el que quiere encuentra a través del estudio, del empeño, del esfuerzo diario.

"Pintar es una manera de vivir que te elije" y que te lleva a ser capaz de observar y transformar la realidad, para hacer la vida cotidiana mucho más llevadera, mucho más hermosa, mucho más viva, mucho más personal.

Sus consejos, sus palabras, sus paseos, su dedicación, su método indescriptible por lo humano, sensible y delicado de su discurso, nos ha dejado a todos transformados.
Antonio es un hombre grande,  como sus cuadros, de los que habla con pasión. Mira a los ojos y comparte. "Yo no soy profesor, no doy clases, solo comparto lo que sé y aprendo de lo que vosotros hacéis".

Habla de la mancha, del espacio, de la luz, de la posición de la mirada, de la línea del horizonte, de la atmosfera que debemos encontrar.

«No copies, busca dentro de tí»

Incansable, aguanta mil preguntas, mil cuestiones que nos preocupan y entre silencio y silencio, de los que se generan en el taller donde todos trabajamos con una alta concentración, se oye el susurro de su voz hablando bajito, con una joven pintora, "el negro está en la naturaleza, obsérvala, pero no la copies, busca dentro de ti, en tu forma de mirar".

Los días han trascurrido rápidos, ahora sólo son un recuerdo. Todos los que hemos convivido, reproducimos en la memoria cada uno de los momentos de esta experiencia, palabra a palabra, imagen, consejo, sonrisa, (Antonio sonríe constantemente), pincelada, color, corrección, comentario, situación...

Un acto de despedida, de las instituciones públicas de Fabero, clausura este curso, Antonio sonríe y  agradece, Tomás habla de las posibilidades de este proyecto, los políticos dicen esas palabras que siempre suenan a apoyos con alfileres, el pueblo entusiasta mira con esperanza de futuro que este proyecto continúe, los alumnos solicitamos poder volver.

Agradecer a todos el éxito de este curso y hasta la semana que viene, que comenzamos otro taller con otro grande, Julio López, con Tomás y con Soraya, estupendos profesores.

Tan sólo una ausencia, los medios, que no nos visitaron.

No somos noticia.
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