Ahí te paso la vida

21/12/2016
 Actualizado a 18/09/2019
21-12-2016-a-la-contra.jpg
21-12-2016-a-la-contra.jpg
Cuentan gentes de tradiciones antiguas que había lugares en los que cuando un padre o una madre ya se sabían en la última recta que conduce a la nada miraban a su alrededor, buscaban a quien más les había escuchado y entendido, a quien más les había acompañado por los caminos, y le cogían las manos con las suyas, las que ya se iban enfriando poco a poco, y creían que en ese acto le estaban dejando en herencia toda la sabiduría que habían reunido, toda la bondad que lograron abrazar, todo el cariño que habían sembrado, todo lo bueno que guardaban en su despensa.

En las manos de la fotografía, las manos manchadas de vida no están enseñando a las blancas y limpias de quien empieza a caminar los secretos del barro, la coción o las formas. Le están traspasando vida, le están contando como en ese vacío que aún no hay nada antes hubo cazuelas que reunieron a las gentes a la hora de comer, hubo botijos que viajaron con los segadores a las brañas más altas, hubo barreños en los que cada sanmartino se llenó la despensa con la vieja tradición y fiesta de la matanza, hubo tinajas en las que el escabeche cogió un sabor como nunca más lo volverás a encontrar...

Hubo vida, hubo una forma de vida y de subsistencia.

Y esas manos de barro se lo están contando a las manos blancas.
Lo más leído