478 contratos contra la discriminación

El pasado año se impartieron 16 cursos de formación ocupacional, tres en competencias

I. Herrera
29/03/2015
 Actualizado a 18/09/2019
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Encontrar trabajo en los tiempos que corren no es fácil para nadie, pero menos aún para esas personas que forman parte de los denominados colectivos en riesgo de exclusión. A estas personas está orientado el Programa Operativo de Lucha contra la Discrimnación que, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, gestionan desde el año 2000 Cáritas, Cruz Roja, Fundación Once-FSC Inserta y Fundación Secretariado Gitano.

En 2014 el resultado eran 478 contratos firmados en la provincia, una cifra nada desdeñable que habrá pintado, sin duda, unas cuantas sonrisas en otras tantas familias. Desde el pasado ejercicio, las cuatro instituciones trabajan de forma conjunta y coordinada con el objetivo de «aunar esfuerzos» y «complementarse».

Según los datos facilitados por éstas, el pasado año atendían a 2.405 usuarios, se firmaron un total de 478 contratos, impartieron 28 cursos de formación ocupacional que llegaron a 404 personas y 379 fueron formadas en competencias transversales.

Los perfiles son tan plurales como las personas que atienden, por eso dan tanta importancia a la atención personalizada Hablan en representación de estas entidades sociales Marta Cuesta (Cruz Roja), Irene Velado (Fundación Secretariado Gitano), Rosalba Pedrosa (Cáritas) y Carmen Sánchez (Fundación Once-FSC Inserta), y sostienen que, para ellos, son personas desempleadas, no personas en riesgo de exclusión, «son personas que tienen que reciclarse, adaptarse a lo que el mercado demanda, o gente que no estudió en su momento y, ahora mismo, si no tienes el graduado, no puedes presentarte a ninguna oferta».

Desde las cuatro entidades «se está intentando que los recursos, que cada vez son menos cuando cada vez hay más demanda de gente que necesita ayuda, se rentabilicen al máximo, no sólo en cuestión de contactos y sensibilización, sino también en materia de formación, la cual procuramos adaptar a lo que necesitan los empresarios, a lo que el mercado está demandando».

«Hacemos un traje a la medida de los usuarios», explica Carmen Sánchez, «cada una de estas entidades estamos especializadas en la problemática de los distintos colectivos para saber todas las capacidades que tienen y poder ponerles en un nivel de empleabilidad que les acerque al mundo laboral».

Puntualiza Marta Cuesta que son una empresa de trabajo temporal, «somos como un servicio de selección de personal más, y a medida para ellos porque podemos formar a la gente en algo específico».

Autocrítica


También hacen autocrítica y consideran que quizá donde más esfuerzo tienen que realizar es en dar a conocer su labor, «dar a conocer al empresario que existe este recurso y que pueden contar con él», asevera Rosalba. Porque además tienen la experiencia de que las empresas que comienzan a colaborar con estas instituciones, repiten, «no sólo porque funcione nuestra parte, sino porque los participantes responden; no tenemos gente pasiva, para estar en nuestros programas hay que estar activo, constante y trabajando». Su forma de trabajar no es dejar que se sienten a esperar que les llegue un trabajo, «la persona es la responsable de encontrar un empleo, nosotros les damos las herramientas, la capacitación, pero lo que queremos es que se empoderen en su búsqueda de empleo».

Formación ocupacional, y también transversal, «que no cualifica para un puesto de trabajo, pero que es importantísima», porque no sólo trabajan para el empleo, sino también en mejorar la confianza de sus usuarios, «en que la persona crea en sí misma, que es capaz y que lo puede hacer», de hecho, para Irene Velado, por ejemplo, que trabaja con el colectivo gitanto, esa parte muchas veces es la más gratificante.
Sus usuarios son personas que necesitan trabajar, personas con nombre y apellidos, con cargas familiares, o no, con un pasado laboral, o no… Los perfiles son tan plurales como las personas que atienden, por eso dan tanta importancia a la atención personalizada. Se trata de motivarles.

La inserción, cada vez más difícil


Destacan que este tiempo de crisis en el que las inserciones laborales cada vez son más difíciles se puede ver, como lado positivo, que estos colectivos están adquiriendo mucha más formación, como pasa también con los colectivos que no son vulnerables o que no lo eran tradicionalmente, apostillan. Por ello, aunque todavía ven lejana la recuperación de los niveles de inserción, sí destacan que, para entonces, estarán mucho más formados.

Actualmente, los sectores que más puestos de trabajo están generando según indican desde estas instituciones son aquellos referidos a las atención al sector terciario. ¿Y las empresas? ¿Cómo responden? En este aspecto están poniendo mucho empeño, en dar a conocerse como recurso para las empresas a las que ofrecen una serie de facilidades haciendo una selección previa.

Romper con los estereotipos, fomentar la búsqueda activa de empleo y la capacitación de las personas que quieren trabajar, con estas tres ideas se podría resumir el trabajo que desarrollan estas cuatro entidades sociales, desde el año pasado, codo con codo.
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