¿205 vocaciones en la escuela?

Reciben la misma formación que en las otras aulas de Primaria y Secundaria

I. Herrera
29/01/2017
 Actualizado a 30/08/2019
Instalaciones del colegio Agustinos, con seminario y aulas de seminario. | L.N.C.
Instalaciones del colegio Agustinos, con seminario y aulas de seminario. | L.N.C.
Las aulas seminario son aquellas en las que se forman «niños de Primaria o Secundaria con interés en discernir su vocación y una inquietud vocacional de pertenecer a una institución religiosa». De este modo cabría afirmar que en la provincia de León hay 205 chavales con inquietud vocacional. Es el último dato facilitado por parte de Escuelas Católicas de Castilla y León, que explica que están repartidos en los tres centros que, en el territorio leonés, cuentan con este tipo de aulas: el Amor Misericordioso, en La Nora del Río; el Don Bosco, en Armunia, y el de Nuestra Madre del Buen Consejo (Agustinos). Seminarios menores que cuentan anualmente con financiación de la Junta de Castilla y León con un montante para este curso que asciende a 560.778,9 euros. Esta subvención, que se fija en función al número de alumnos, se fundamenta, explican desde Escuelas Católicas, en la orden del 28 de febrero de 1994 sobre autorizaciones como centros docentes privados de los seminarios menores diocesanos y de religiosos de la iglesia católica.

Sin embargo, los que verdaderamente llegan a estos centros movidos por una inquietud vocacional religiosa son los menos. Quizá la encuentren una vez dentro, pero la realidad es que siguen siendo, casi siempre, el destino de chavales de pequeños pueblos de la provincia o de los que después de haber agotado la paciencia de sus padres entran internos.

Son chicos con interés en discernir su vocación y una inquietud de pertenecer a una institución religiosaSon aulas de 5º y 6º de Primaria y de Secundaria, y la formación supuestamente encaminada a descubrir el camino del sacerdocio no difiere en nada de la que reciben el resto de los alumnos de estos centros. El currículo es el mismo. Además, no todos los alumnos de estas aulas están en régimen de internado, sí la mayoría pero no todos.
Pero si las 205 vocaciones en edad escolar en la provincia de León causan sorpresa, no menos lo hace el desconocimiento por parte de los sindicatos de educación, no ya del funcionamiento de estas aulas, sino de su existencia. No las conocen y tampoco ponen mucho interés en hacerlo, salvo el representante de CGT en la Junta de Personal Docente de León, Juan Miguel Alonso Vega, que sí se preocupó por saber más sobre estas aulas llegando incluso a preguntar por ellas en la DirecciónProvincial de Educación.

La Junta subvenciona estas aulas según el número de alumnos, este curso han sido 560.779 € los asignados«Desde CGT consideramos vergonzosa la financiación de aulas-seminario con dinero público. Lo sería con cualquier cantidad, no digamos con 560.000 euros al año, cuando la política de recortes se perpetúa en todos los ámbitos de la escuela pública», sostiene Alonso Vega. «Es una insensatez y un despropósito que el Estado; es decir, todos, paguemos la formación de jóvenes quetienen o buscan una vocación religiosa. Estas prácticas nos sitúan en las antípodas de un estado moderno, laico y aconfesional».

«Hemos planteado este tema al director provincial de Educación en unareunión en diciembre. Tras su respuesta nos quedan serias dudas sobre el control de estas subvenciones, sobre el control que la inspección educativa hace deestas enseñanzas y sobre el conocimiento que los padres de estos alumnos puedan tener respecto a la inclusión de los mismos en tales aulas-seminario», concluye el representante de CGT en la Junta de Personal Docente de León.

«Ahora mismo los procesos vocacionales son mucho más largos de lo que eran»

Los sindicatos no conocen estas aulas, la Junta remite a Escuelas Católicas, Escuelas Católicas remite a los centros... Y al final los que más ‘transparencia’ muestran al respecto son éstos, los propios centros. Concretamente el Colegio Agustinos se prestó a arrojar algo de luz sobre estas aulas que dan cobijo a más de 200 alumnos en la provincia de León, en su caso a alrededor de 60 repartidos en las cuatro aulas, uno por cada curso de ESO de primero a cuarto, tanto en régimen interno como externo.
La dirección del centro presenta con total naturalidad estas aulas. Admiten que no hay diferencia alguna en cuanto al currículo salvo por el hecho de que son las únicas aulas del centro que no son bilingües, lo que consideran que constituye una ventaja pues «el origen de estos chavales muchas veces son escuelas rurales y vienen con un nivel muy bajo de inglés y hay que adaptarse un poco a las necesidades de ellos».

¿Son aulas para alumnos con inquietud vocacional? «Hoy en día depende de lo que entiendas por inquietud vocacional, los motivos para venir a un colegio con seminario son muy variados, la mayoría vienen para estudiar y es estando dentro donde puede surgir la inquietud o, por lo menos, la posibilidad de quitar determinados mitos que se hacen o ideas erróneas de lo que puede ser un fraile, un sacerdote o un seminarista. Sí que ha habido gente con una clara inquietud desde el principio, en otros que surgió y en otros que no surgió, y enhorabuena, que sigan el camino que la vida les marque».

Y es que, «ahora mismo los procesos vocacionales son mucho más largos, ahora los chicos que tenemos muchas veces no tiene claro ni la carrera que quieren estudiar ni lo que quieren hacer en el futuro».

Sostienen además que el seminario si hay algo que no tiene es interés económico, «yo creo que siempre ha sido deficitario para las órdenes religiosas, siempre ha tenido un sentido muy social y aunque no salgan frutos en vocaciones han salido frutos de bien social; yo creo que mucha gente de nuestra sociedad ha pasado por los seminarios, se ha formado en los seminarios y es una contribución que los seminarios han dado a la sociedad».

Lo que sí tiene claro es que «no es el seminario de los años 50-60 que la inmensa mayoría salían y se ordenaban, ese esquema ya se acabó».

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