Zotes para todos los gustos

La Junta Directiva de la Asociación Cultural El Jardín muestra su "satisfacción" por la buena acogida de las actividades que han copado la agenda de sus vecinos

T.G.
16/08/2018
 Actualizado a 14/09/2019
Los zombies invadieron Zotes con nocturnidad y mucha diversión. | L.N.C.
Los zombies invadieron Zotes con nocturnidad y mucha diversión. | L.N.C.
En los meses de verano da gusto escuchar la algarabía de los niños por las calles de los pueblos en los que el resto del año no es precisamente el sonido que más abunda. El silencio se convierte en gritos y carcajadas de quienes agolpan sus bicicletas en una sombra de la plaza mientras se refrescan con el agua de una fuente y eso hay que aprovecharlo. Lo saben bien en Zotes del Páramo donde su Asociación Cultural el Jardín lleva ya cinco años preparando una programación estival muy especial con el fin de que el verano en Zotes sea para todos los gustos y para que tanto mayores como pequeños tengan como recuerdo de esta época del año los momentos compartidos con vecinos y veraneantes.

Con este objetivo nació la iniciativa de sacar adelante la Semana Cultural que este año, según la Junta Directiva de la organización, ha vuelto a ser «un éxito». En marzo comenzaron a trabajar en ella y ahora han recogido los frutos. «Estamos muy satisfechos de la gran participación en cada una de las actividades, cumpliendo los objetivos con los que enfocamos la semana cuando la empezamos a organizar con el fin de aumentar la oferta cultural en el pueblo, fomentar las buenas relaciones entre los vecinos y veraneantes y mantener las calles del pueblo llenas de sonrisas como en los años en los que vivíamos más vecinos», explica Natalia Cazón, una de las organizadoras. Para poder llevar todas las actividades reconocen que hay que «estirar los pocos recursos de los que disponemos» pero que aún así y gracias a su esfuerzo, sirven para que triunfe una noche ‘zombie’ con 120 participantes, untaller de ‘light painting’ jugando con la luz nocturna, unas olimpidas con piragüismo incluido, una carrera llena de color con más de un centenar de participantes o un taller de yoga con bebés para dar también actividades a los muchos nuevos vecinos - «un baby boom», dicen- que han llegado en los dos últimos años. Zotes del Páramo se vuelve así en verano un pueblo para todos los gustos en los que aburrirse no es una opción gracias a la predisposición de quienes creen que el futuro del pueblo pasa por no conformarse con pensar en lo que fueron, sino en volver a serlo.
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