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Zelenski descoloca a más de uno

08/04/2022
 Actualizado a 08/04/2022
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La invasión de Ucrania por parte de Rusia sigue tras 44 días de crímenes, atropellos a las libertades y violaciones de derechos fundamentales, en una demostración de que Rusia permanece anclada en el siglo pasado, con el mismo espíritu imperialista de la época de los zares y el comunismo soviético, pero con una salud económica y social que deja mucho que desear.

El conflicto está dejando claro que Rusia no es lo que pretendían hacernos ver, ni económica ni militarmente y conforme el conflicto se prolonga y la frustración de Putin y del ejército ruso va en aumento, los crímenes de guerra se van sucediendo con más frecuencia, tal como suele ocurrir en todos los conflictos en los que intervienen ejércitos de mercenarios desestructurados, desmotivados y desesperados.

Por su parte, el pueblo ucraniano con su presidente a la cabeza, animado por la legitimidad que les da defender su independencia, la fortaleza del espíritu eslavo y el apoyo de prácticamente todo el mundo libre, se está mostrando al resto de naciones como un envidiable ejemplo de valentía y pundonor.

Sin embargo, en España, como por desgracia suele ser habitual, ni una vomitiva invasión como a la que estamos asistiendo, nos hace alzar una única voz y hay quienes están bastante fuera de juego, sabiendo que, aunque sus corazones por distintos motivos, les haga estar con el invasor, sus cabezas les hacen permanecer con cierta discreción para no demostrar lo bobos que son.

Basta con echar un vistazo al vertedero de odio en el que se ha convertido Twitter para darse cuenta que este tipo de bobos es más habitual de lo que cualquiera con el más mínimo sentido común podría pensar, y las teorías de manipulación de pruebas por parte de Ucrania que vienen a demostrar los crímenes de guerra que está cometiendo el ejército ruso, están más extendidas de lo que parece.

Tenemos ejemplos notables dentro de los políticos de la izquierda española que dejan de manifiesto que la estupidez humana es infinita. Es el caso de un ‘pollo’ llamado Álvaro Aguilera, coordinador de IU en Madrid y secretario general del PCM, que hace unos días dijo que el presidente Zelenski es un peligro para la paz y para su pueblo. Con idiotez, mucho comunista trasnochado, desde su melancolía soviética, quiere asemejar Putin a Stalin y por desgracia, lo que está sucediendo en estos momentos en Ucrania cada vez se parece más al Holodomor, en el que murieron de hambre 4 millones de ucranianos a manos de Stalin. Eso es lo que añoran el puñado de pijos comunistas que campan por España.

Cierta derecha tampoco se queda atrás en sus salidas de tono, patinazos y su ‘asome de patita’ en todo este asunto, como equivocar el momento para criticar a Zelenski su comparación de lo que sucede en Ucrania con el bombardeo de Guernica y sugerir que habría sido más oportuno hablar de la matanza de Paracuellos.

A ver si nos centramos, en todos los sentidos.
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