Zaragoza 1 - 1 Ponferradina: 'Amo rinde pleitesía al rey del empate'

Tablas de nuevo de una Deportiva que se adelantó en el marcador, pero vio como un inocente penalti del central permitió al Zaragoza lograr su séptimo empate consecutivo

Alejandro Cardenal
21/10/2021
 Actualizado a 21/10/2021
Reparto de puntos entre Zaragoza y Deportiva. | LA LIGA
Reparto de puntos entre Zaragoza y Deportiva. | LA LIGA
Y lo que todo el mundo esperaba que pasase, pasó. En un encuentro con más emoción que fútbol, Deportiva y Real Zaragoza firmaron tablas (1-1), las cuartas de forma consecutiva para los bercianos y las séptimas para los maños, ratificados como los indiscutibles reyes del empate de la Segunda División.

Aunque Cristian, tras un jugadón de Ojeda amenazó con acabar con la sequía berciana en La Romareda, una pena máxima cometida por Amo a quince minutos del final permitió a los aragoneses mantener una racha de dudoso mérito y prolongar la de una Ponferradina que ya acumula cinco jornadas sin ganar.

Con apenas tres días de descanso desde el duelo ante el Fuenlabrada y el choque ante el Oviedo ya en el horizonte, Bolo apostó por una alineación plagada de cambios. Es la ‘magia’ de las jornadas entre semana. El bilbaíno, consciente de que en estas primeras semanas se había apoyado en un núcleo de apenas 13 o 14 jugadores, optó por dosificar esfuerzos, dando protagonismo a los que hasta ayer habían sido actores secundarios.

Y salieron con ganas de lucirse. Si la Deportiva llegaba a La Romareda después de un par de duelos tirando a gris oscuro, la ‘revolución’ en el once fue un soplo de aire fresco para un equipo que en los primeros minutos se mostró valiente y trató de imponer su estilo ante un Real Zaragoza cuyas estadísticas este curso no son precisamente para sacar pecho, pero que tiene más fútbol de lo que aparenta.

Pero la superioridad por puntos de los bercianos se diluyó rápidamente y no consiguió lo más importante, inquietar a un Cristian Álvarez que solo tuvo que seguir con la vista un disparo lejanísimo de su tocayo.

Menos tranquilo estuvo Amir. A los maños, que fueron de menos a más, no les importó ceder la posesión y llegaron con cierto peligro al contragolpe y a balón parado hasta que sobrepasado ya el ecuador de la primera mitad, asumieron el mando del partido.

En cualquier caso, más allá de un par de buenas salidas del iraní, lo más destacado de la primera mitad fue la casi asistencia de Anton a Narváez. Una mala cesión atrás del mediocentro dejaba solo al colombiano, pero Copete, ese proyecto de central de equipo grande, le desequilibraba lo justo para dar tiempo a Pascanu a cortar la internada del ariete maño.

A Bolo le tocaba mover ficha en el descanso antes de que la cosa fuese a mayores, apostó por Dani Ojeda y la jugada le salió redonda. Dos minutos tardó el extremo en desarmar la defensa maña. El canario, en el primer balón que tocaba, dejaba a Saverio solo ante el guardameta, y aunque su disparo lo escupía el larguero, Cristian, el más listo de la clase, aprovechaba el rechace para adelantar a los bercianos en el marcador.

La Ponferradina se encontró con el gol cuando menos lo esperaba e inconscientemente dio un paso atrás, lo que aprovecharon los aragoneses para asediar la portería de Amir.

Casi media hora resistió el bastión el iraní, que alardeó de reflejos ante Narváez y Fran Gámez y estuvo segurísimo en los balones aéreos, pero no pudo hacer nada ante el inocente penalti de Amo. El central se pasaba de frenada en su intento de taponar un centro que Álvaro ya había estrellado y Vada, desde los once metros, puso las tablas de nuevo en el marcador.

Con el empate de nuevo en el marcador el final del choque fue un suplicio para un conjunto berciano que, eso sí, se defendió del arreón zaragocista como gato panza arriba y logró sumar su primer punto en un campo maldito donde hasta este jueves la Ponferradina solo conocía la derrota.
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