"Yo vendo lo que cultivo"

El mercado de la Plaza Mayor de León acoge decenas de puestos, muchos se acercan a lo que se entiende por mercadillo, pero en el corazón de la plaza están las pequeñas historias de los labriegos de esta tierra

Fulgencio Fernández
28/10/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Aspecto del mercado en la mañana de este sábado, como la de tantos miércoles y sábados que los puestos toman la Plaza Mayor de la capital. | MAURICIO PEÑA
Aspecto del mercado en la mañana de este sábado, como la de tantos miércoles y sábados que los puestos toman la Plaza Mayor de la capital. | MAURICIO PEÑA
Cuandoel amanecer abre la trapa van entrando por sus luces las pequeñas furgonetas que en tiempo fueron carros o viejos remolques de labrantines deesta tierra, gentes de huerto y paciencia en pueblos cercanos que llenan la plaza de ajos, cebollas, uvas, manzanas, pimientos, lechugas, nueces, tomates, patatas, huevos de gallina de corral...

Se apean de la furgoneta y, como si fuera un rito, miran al cielo y casi todos repiten: «Para la montaña nevó, si no este frío no se entiende». Van bajando las jaulas entre comentarios repetidos y amistades fraguadas en tantos amaneceres de miércoles y sábados en la misma plaza, en algunos casos también en otros mercados de la provincia.

- Hace mucho frío para empezar a palo seco, Jamín mírame estas jaulas que voy a tomar un orujín para arrancar.

- Que nos las mire María a los dos, que yo voy contigo.

Alrededor de este corazón de labriegos van creciendo los puestos ‘al uso’, las furgonetas con escaparate, las tiendas ‘de mercadillo’ con telas, ropas, zapatillas... y no faltaban este sábado las calabazas para Halloween y hasta quien las vende ya disfrazada para la ocasión.

- Estos tomates son ecológicos y ¿sólo me pide 2 euros?
- No se preocupe por eso, deme 18 euros

- ¿Qué carnaval es éste?; pregunta uno de los veteranos del sanedrín que se sienta buscando los últimos rayos de sol en los bancos de piedra de la fachada del viejo consistorio.

- Es eso que hacen ahora para los santos, que ni una fiesta nos dejan.

Y van saludando a los que llegan, que todos son viejos conocidos.

En «el corazón para los labriegos» se suceden los nombres de huertos y puebloscercanos: «Ajos de Villaturiel, escarolas y uvas de Valdesogo de Abajo; huevos de gallina soltera de Vega de Infanzones; calabazas de la Sobarriba; tomate de Banuncias; pimientos de Onzonilla o el Puente Villarente, patatas de Alija de la Ribera...

Y mucha raza a la hora de regatear y eficacia en el trato pues manejan la palabra como quien cada semana se pelea con distinto ‘penitente’.

- ¿Está segunro que son de Banuncias?

- Yo sólo vendo lo que cosecho.

Pruductos de La Sobarriba, Villaturiel, Valdesogo, Onzonilla, Alija, Puente Villarente, Vega de Infanzones...
Y le explica más ¿Los ve así con mala pinta? Pues es de la piedra, que los golpeó, pero son zumo. Si le gustan, aquí estoy el miércoles.
Nedi insiste en que pruebes las uvas de Valdesogo, «que yo no hay un viaje para engañar a nadie».

- Oiga, ¿estos tomates son ecológicos?

- Totalmente señora.

- ¿Qué le doy?

- Dos euros con setenta.

- Por ese precio no pueden ser ecológicos.

- Pues deme dieciocho.

A buena parte vas a discutir.

Paco llega al puesto de «los hermanos» a por garbanzos, como cada año, «salen muy buenos». Será verdad pues tiene que pedir vez y guardar cola. Para no equivocarse trae unos cuantos del año pasado y al llegar al puesto se los saca y se los da. «Toma, como estos, que salieron buenos».

El paisano mira, iguales no los hay, y le explica: «Los años nunca son iguales;los grandes del año pasado son medianos éste; y los medianos del año pasado este año son pequeños».

- Al grano ¿Son buenos?

- Te lo digo para que te defiendas: Son los que yo uso en casa.

Mano de santo. A pesar.

En La despensa de Lorenzo la clientela es de Madrid, les explica lo que puede pero no se les ve muy partidarios. «Venga mujer, pruebe este chorizo, que tienen que llegar gordines y lucidos a la capital».

Y entraron al trapo.

Por la esquina marcha Pepín Muñiz, el coleccionista de todo, con una bolsa de la que sale una madera, ¿qué llevará? Vete a ver, porque hay de todo.
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