Yo también caí en la trampa

Sí, yo también caí en la trampa astuta colocada por Vanesa, la joven madre faberense de un niño de doce años que hace unos días denunció ante toda España que su expareja la había secuestrado, humillado yvejado, generando un río de compasión hacia ella y un mar de odio y repudio hacia el joven. Pero como quiera que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, la guardia civil enseguida descubrió que sus palabras escondían la simulación la metieron en la cárcel de Mansilla y soltaron a la expareja.

Y llegados a este punto importa saber que yo en un primer momento, ajena a la verdad, he sentido por ella una pena grande que me ha llevado a escribir a su favor lo que viene líneas abajo, pero más tarde, es decir, ahora, la repudio y me retracto de todo cuanto he dicho. Pienso en las mujeres maltratadas realmente, les pongo nombre a su dolor y pido ayuda para todas. Ojalá en algún momento el duro oficio de vivir les resulte fácil.

‘Fabero está triste’

Hace extraño. Lo hace. En las casas de Fabero desde hace varios quinquenios a diario se repone un saco de tristeza irremediable debido a la desaparición definitiva de las minas, única fuente de sustento. Eso y más, como que añadido aquí y ahora a esta tristeza negra que como una estrella azabache o ciega antracita los faberenses portan en sus rostros el color de la reprobación, la ira y la tristeza mezclada con el susto, pues resulta incomprensible como una persona, en este caso un hombre joven de 35 años I.R.G., almacena en su alma tanta violencia, tanto odio contra su ex pareja para secuestrarla, vejarla e intentar sellarle la vagina (con antelaciónya la había sometido a malos tratos, conforme revelan las varias denuncias efectuadas) junto con otros dos hombres. Claro que ese mismo repudio, cabreo ilimitado o rechazo vecinal es el que sienten los bembibrenses, de donde procedía el ahora ya en la cárcel de Mansilla.

Desconozco a la víctima o superviviente como prefieren ser llamadas algunas mujeres maltratadas, aunque sí conozco el barrio donde vive, zona por la cual avanzo en mis caminatas o paseatas. O sea, no le pongo rostro. Pero eso no importa. Lo importante es que esta mujer, todavía joven, que sale de espalda en la prensa por miedo, ha sido golpeada por la lacra de la violencia machista. Su ex pareja la ha aterrorizado por completo, él y sus otros dos valedores.

Fabero está triste y Bembibre también. Una abusiva ex pareja ha atacado vilmente a una de esas 600.000 mujeres maltratadas y lo ha hecho en fechas no muy lejanas al Día Internacional de la Eliminaciónde la Violencia contra la Mujer, veinticinco de noviembre. La vida para tal joven, madre de un adolescente, sigue y seguirá pero no será una vida tranquila. Esa noche plena de crueldad. Esa noche secuestradora, humillante, amenazadora, sobre todo, la ha convertido en una mujer herida. Desconozco cuanto durará.

Ojalá esta joven con el miedo clavado en su cuerpo y alma encuentre los apoyos necesarios comenzando por su entorno más cercano. Ojalá la justicia actúe con diligencia. Ojalá su vida vuelva a gozar de momentos dulces. Horas sin culpa. Sea.