Yo, la verdad, no lo sé

11/01/2022
 Actualizado a 11/01/2022
11-01-2022-a-la-contra.jpg
11-01-2022-a-la-contra.jpg
Empieza el año el tío Mauri con ganas de enredar metiéndome en el debate de las identidades, en el que me declaro bastante incapaz de entender nada, hasta el punto que precisamente esta misma semana la acabo de preparar y herir sensibilidades a costa de las fronteras. No, no me metí en el problema catalán o vasco –si es que se puede llamar problema, que no quiero faltar– resulta que no respeté las fronteras entre el barrio de la Palomera y elbarrio de San Mamés, justo cuando parece que el debate está muy vivo pues un concejal terció en el asunto y ya se sabe que cuando un concejal se mete por medio... pero, hombre, lo mío solo fue la falta de conocimientos que en la ruralidad tenemos sobre la problemática urbana.

Y no se me ocurrió otra cosa que nombrar obispo de San Mamés a quien es obispo de La Palomera, Juan ‘Azaila’. Reconozco que –como al músico que ejecutó la partitura– igual la ejecución no la merezco, pero un par de ostiazos con el mango del azadón igual no me venían mal para que respete a las gentes de estos barrios que en los periódicos llaman populares.

Vuelvo al suco. El paisano dice ser astur y a mi, la verdad, también me apetece, hermanarmecon gente afín, astures asturianos, astures zamoranos y hasta de aquí, que a fin de cuentas llevamos toda la vida yendo a la feria de Cabañaquinta y, oye, como si estuviéramos en casa, aquellos tratantes te dan la mano y marchas a una conrobla para el bar que se alarga y se alarga, que si no te avisan se te olvida la vaca atada al gancho del camión. Pero que tampoco sé cómo encaja esto de lo astur con lo otro de la cosa del Viejo Reino y no me quiero meter en más fregaos, con que me perdonen los de la Palomera ya me arreglo. A la conrobla.
Lo más leído