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¡Ya tenemos fecha!

24/11/2020
 Actualizado a 24/11/2020
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Tan sólidamente abonados andamos al pesimismo y el descreimiento que a veces las buenas noticias nos pasan por delante de nuestros ojos sin reparar en ellas. O porque nos pilla mirando para las apavardas, vaya usted a saber.

El caso es que también el lío de la pandemia nos dejó durante el verano sin reacción frente a los grandes anuncios. Igual estamos muy enredados pensando en que después de dos años seguimos sin saber nada de los planes alternativos a la minería del carbón y tan acostumbrados a mirarnos el ombligo, llegamos a pensar que nada tiene que ver con nosotros lo que ocurre en, pongamos por caso, Soria, Cuenca o Teruel.

Pero es que para aquellos territorios ya hay consenso para reclamar un estatus legal y fiscal y diferenciado que resuelva su descomunal problema de despoblación. Estamos en 2020 y por fin se pone fecha a un problema que se inició en la década de los 50 del siglo pasado y que se llevó en treinta años a más del 35% de la población de cada una de esas provincias. En los siguientes treinta el problema continuaría, pero a menor ritmo. Y hoy, cuando las estadísticas de los últimos 20 años indican que su pérdida poblacional se mueve entorno al 1%, por fin han llegado a la conclusión de que tienen que actuar y tomar medidas.

Es una grandísima noticia. Un anuncio que debería ser recordado tal vez estableciendo alguna fiesta anual o algo así, no sé, es que la emoción me embarga. En las provincias de León y Zamora, donde el proceso de despoblación empezó treinta años después que en las dos castellanas y en la aragonesa, y en las que las tasas de pérdida poblacional en las dos últimas décadas son seis veces mayores en el caso de León y catorce en la de Zamora, por fin podemos ver la luz al final del túnel.

Para los que todavía no se han percatado de la trascendencia del acontecimiento, intentaré hacer un «pinta y colorea»: 2050 es la fecha mágica en la que por fin se anunciarán medidas para las provincias leonesas. Y además entonces nos pareceremos muchísimo a Soria, Cuenca o Teruel. ¡Qué guay!
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