Ya nada significa lo mismo

19/10/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Nadie sabe mejor que los que vivimos en pequeños (minúsculos) pueblos, los habitantes de la despoblación, lo terrible y cruel que es caer en la trampa del «o conmigo o contra mí», es el final de la paz pues te obliga a colocarte en una trinchera, en hacer realidad aquello de que «en tiempo de guerra... todo hueco es trinchera».

La guerra, os lo aseguro, no es solo un ejército de tanques, aviones, soldados y generales, ni mucho menos. La peor guerra la tienes a la hora de comer si en tu casa vive la guerra, la peor guerra la tienes a la hora del vino si de los cuatro que estáis a dos os han subido al carro de uno de los bandos.

Nadie se quiere acordar de las palabras de uno de aquellos hombres buenos en medio de un Concejo subido de tono reflexionó: «No sé si os daréis cuenta de que ya no somos suficientes para hacer dos bandos».

Y esa guerra ya nos la han ganado sin participar en ella, sin vivir en nuestros pueblos vacíos o en nuestras ciudades pobres, sin tomar el vino con nosotros. Nos obligan a sumarnos a los bandos del Telediario.

Nos han robado nuestras viejas utopías pues las palabras ya no significan lo mismo. Cantar hoy al ver esta foto aquello que cantaríamos hace unos meses –«Que la música militar / nunca me supo levantar»– ya no significa lo mismo, llevar una bandera ya es otra cosa... nada significa lo mismo... Y si lo haces «todos, todos te miran mal». Salvo los ciegos, es natural.
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