Siempre recurrimos al torero cuando la paradoja asoma: «Hay gente ‘pa to’». El torero era Rafael El Gallo y para evidenciar que hay gente ‘pa to’ la frase la pronunció cuando le presentaron a Ortega y Gasset y le dijeron que era uno y filósofo. Y eso que el tantas veces traído y llevado Ortega fue autor de un libro titulado Tratado taurino.
La verdad es que pocas jergas darán más juego en la conversación que la taurina, que por muy antitaurino que seas alguna vez has amenazado con mantenerte firme porque «a mí no me torea nadie», te habrás ido «a las primeras de cambio», habrás denunciado «el acoso y derribo» que alguien sufre, te habrás «atado los machos», te habrás asomado al balcón o, cuando te canse este juego, das «una larga cambiada y a otra cosa».
Y a otra cosa, que la imagen de hoy nada tiene que ver con la cosa taurina ni nada que se le parezca. Sólo es una realidad tantas veces repetida, aquella de vestirse de luces para cualquier fiesta nuestra, lucir las mejores galas antiguas, sacar del arcón las viejas enaguas y reverdecer la historia, bailar la fiesta, cantar lo de nuestros abuelos...
Y a su lado quienes están en otra historia, o en la misma pero viendo los toros desde otra barrera, cámara en mano para que tu puedas vivir la fiesta... y Mauri atento para que tú la puedas ver a ella. Ya lo decía el torero.
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