"¿Y si suspendemos las siestas?"

Contracrónica | La ‘táctica’ culturalista de dar dos goles de ventaja para después despertar y protagonizar un nuevo partido épico les costó el encuentro pero fue muy divertido

Fulgencio Fernández
19/02/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Los aficionados rayistas dieron mucho ambiente en la grada y no se podrán quejar de cómo los trataron... En la grada y en el campo. | DANIEL MARTÍN
Los aficionados rayistas dieron mucho ambiente en la grada y no se podrán quejar de cómo los trataron... En la grada y en el campo. | DANIEL MARTÍN
El día venía con cierta guasa, al margende que ya se supiera el resultado de la Ponferradina, y los aficionados que caminan hacia el campo no quieren ni oír hablar de los nombres del Rayo: De Tomás, Amaya, Manucho y hasta se acuerdan de Trashorras, que son palabras mayores, y cogen la vereda de los sueños.

- Si son un equipo de un barrio será como si jugamos con el Puente Castro.
- Un barrio de Madrid.
- A fin de cuentas... barrio.

Esperanza que no falte. Y sorna tampoco, tanto que la mantenían al final del partido y el mismo que se quitaba presión hablando del barrio ofrecía una salida de futuro: «¿Y si suspendemos la siesta, empezamos a jugar desde el principio y no hay porque darles dos goles de ventaja; que con esto de la capital de la gastronomía parece que también ponemos tapa gratis en el Nuevo Reino.

- E incluso fuera.

Los Bukaneros estaban convencidos de que los goles del primer tiempo son  como las tapas del  HúmedoLa verdad es que la broma empieza a preocupar y los famosos y temidos Bukaneros rayistas, que anduvieron de tapas toda la mañana y parece que sin dar la nota, estaban convencidos de que los dos goles de la primera parte erancomo las tapas del Húmedo, una gentileza de la casa, pues el Rayo Vallecano tiró una vez y metió dos goles, el segundo había rebotado en un central de la Cultural.

Pero ¡ay amigo!, después de la siesta el tema es muy otro, que decía Ataúlfo El Comunista, en cuánto vemos que ya se han comido las dos tapas en forma de goles llega el alborozo. Ya en el túnel de vestuarios olía a otra cosa. Fíjate lo que es la cosa que dimos por bueno que el salvador venga de Valladolid, si total Pelines ya no es ni concejal en Vega de Infanzones.

¿Y Emi Buendía? Viendo la segunda parte de ayer del argentino se entiende pronto que en el exhaustivo estudio del caso los prebostes culturalistas no vieran que él tuviera culpa en el asunto del vídeo de los pecaos, que a esa hora ya había perdido en Galicia.

El gran Pepe Carrete, un filósofo de los banquillos, iba un viernes de copas con un par de periodistas. Entraron a un pub a las cuatro de la mañana y allí estaba uno de sus jugadores, con el que por cierto había tenido algunos encontronazos y no era titular habitual. Se fue a por él, le montó la bronca y le mandó para casa... Volvió con el pecho hinchado. «Conmigo, bromas las justas, cagón mi manto».

Viendo al Emi Buendía de ayer se entiende que él no tuviera nada de culpa en lo del ‘vídeo de los pecaos'- ¿Y si en vez de él llega a ser Manzanedo? (el portero, que estaba haciendo un temporadón).
- Ay amigo, entonces teníamos que marchar a tomar la copa a otro garito, para no verlo.

Pues eso, Emi, que al verte ayer bien parecía que siguiera Carrete.

La pena fue que estos del barrio se agazaparan y cuando tenían que haber dado por bueno el punto fueron y nos achuquinaron, eso no se le hace a quien se ha volcado en daros tapas, dejar cantar en la grada aunque no hayan llevado allí el Conservatorio...

Y que dice Rubén de la Barrera que está todo bien así, hombre lo de suspender la siesta también le parece bien, pero por lo demás. Cada día estamos más cerca del gran Gila: «Nos han vuelto a matar, pero nos hemos divertido».

Y eso es lo más importante.
Archivado en
Lo más leído