Y se ha quedado tan ancho...

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente encendió el otro día los ánimos de mucha gente con unas declaraciones inauditas… Tenían toda la pinta de ser un ‘fake’… pero, no…

Grosso modo, decía que Castilla y León debería apostar más por Valladolid –pues tiene un gran potencial– por su ubicación geográfica y su desarrollo industrial, en lugar de dispersar esfuerzos que no tienen rentabilidad alguna; y, de esa manera, habría más población en el conjunto de la autonomía. Y se ha quedado tan ancho, oye; ni colorado se ha puesto…

Y, ante algo así, quizá te lo puedas tomar con humor –si es que eres capaz, claro– y pensar que ‘el tío Óscar’ es un cachondo –aunque, vamos, se mire como se mire no ha tenido ni puñetera gracia–; pero es más probable –ya lo apuntaba David Rubio en su columna del pasado domingo– que suene a provocación. Y, claro, si no tienes la suficiente templanza, no quiero ni imaginar que es lo primero que se te pasa por la cabeza…

Pero, más allá de la ocurrencia del regidor castellano –a la que no merece la pena dedicar ni un solo segundo más–, lo que es realmente preocupante es que un político como el alcalde de Valladolid pueda, siquiera, plantearse algo así; y no te digo ya manifestarlo públicamente… Además, no he visto que haya salido, digamos, a matizar sus palabras –y eso que la respuesta de distintos responsables políticos no se hizo esperar– por lo que es evidente que nada tiene que aclarar. En cierto modo me ha recordado a su predecesor –no te habrás olvidado de León de la Riva, ¿verdad?– que de estas tuvo unas cuantas…

Las palabras de Óscar Puente no han sentado nada bien por aquí porque «apostar más por Valladolid» significa que a León le toque menos –aún menos– a la hora de ‘repartir’ recursos que, como bien recordó el alcalde vallisoletano, «son muy escasos».

En todo caso, el problema de fondo sigue siendo el mismo: que los leoneses no podemos decidir cómo gestionar los recursos. Ni podremos mientras formemos parte de esta comunidad autónoma…