Y pese a la rivalidad, un derbi como debe de ser

Sin sobresaltos, como debe de ser, transcurrió en Ponferrada una gran jornada para el fútbol provincial en el que el ambiente del derbi entre Deportiva y Cultural inundó la capital berciana desde primera hora de la mañana.

Los cerca de 1.500 aficionados procedentes de la capital fueron desembarcando poco a poco en la ciudad templaria para disfrutar de la gastronomía local y comarcal en algunos casos comenzando ya el derbi en los bares del casco antiguo con los seguidores locales animándose también a salir en la previa gracias a la buena meteorología que acompañó todo el día en Ponferrada.

Los momentos de mayor tensión se vivieron a la entrada de los aficionados leoneses en El Toralín
Ni un solo problema se registró en todo el día, siendo habitual ver compartiendo una tertulia a camisetas blanquiazules y blancas, banderas de El Bierzo y de León o bufandas de la Deportiva y de la Cultural.

Sí hubo presencia policial acompañando a un pequeño grupo de seguidores capitalinos, que entre bengalas magenta bajaron de forma conjunta desde la Plaza de la Encina a El Toralín. Fue allí donde se vivieron quizás los momentos de mayor tensión, al acudir unos pocos seguidores locales a la zona en la que entraban los aficionados leoneses. Sin embargo, poco más hubo que lamentar que algunas provocaciones e insultos entre ambos bandos en la curiosa circunstancia de encontrarse a pocos metros de ellos seguidores de uno y otro equipo paseando con total normalidad o compartiendo una cerveza en los bajos del estadio minutos antes del partido.

Porque esta vez sí dio la sensación de que en ese sentido el derbi fue un partido más. Normalidad absoluta más allá de la rivalidad y los piques propios de estas situaciones que dejan claro que todo el mundo ha cambiado para bien y que quedan ya lejos aquellos tiempos en los que los problemas entre aficionados eran casi algo habitual.

Esa es sin duda una de las mejores noticias que dejó el derbi provincial.