25/09/2015
 Actualizado a 19/09/2019
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Hace unos días pasó por Ponferrada el espectáculo ‘Remember Queen’. El tributo al grupo de rock más legendario de todos los tiempos nos permitió a los presentes, por un instante, viajar en la maquina del tiempo al Wembley de 1986, el concierto que les convirtió en leyenda. Fue efímero. Por más que lo intentó el bueno de Piero Venery, el papel de Freddy Mercury le quedó demasiado grande.

Algo similar sucede al ver a la Ponferradina. Los ‘tenores’ que cantaron los grandes éxitos de la Deportiva del pasado más lejano - Acorán, Jonathan Ruiz - y del más cercano - Andy, Infante - no terminan de dar el ‘do’ de pecho en este arranque de temporada y aunque su sola presencia y algún chispazo recuerden su grandeza, al conjunto berciano no le basta con imitaciones, necesita a los originales.

La perdida de lucidez con el balón y de voracidad de cara al gol - tres derrotas por la mínima a domicilio - son comprensibles teniendo en cuenta que el tridente responsable de una veintena de goles el pasado curso todavía no está. Pero se le espera. Acorán ya se merendó al Valladolid y que recupere la ‘chispa’ es cuestión de partidos, mientras que si Pablo Infante deja atrás definitivamente sus problemas físicos puede ser el jugador número doce de Manolo Díaz.

En la medular todo pasa por recuperar al mejor Andy. El granadino se ha visto eclipsado por Vullnet Basha y no anda fino, pero ya dio síntomas de mejoría en el Nuevo Arcángel y visita en dos semanas el estadio que le vio ‘nacer’, Los Pajaritos, donde marcó su primer gol en la Liga Adelante.

Ni hay empecinamiento de Díaz, ni debe haber revolución. Tampoco condescendencia. Todavía es pronto para ‘enterrar’ a nadie y todo puede cambiar con una victoria ante el Bilbao Athletic. Porque al final, el show, siempre sigue adelante.
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