Votar sí, pero en unas elecciones

La consulta convocada hoy por los independentistas hace añicos la legalidad vigente y debe por tanto impedirse. La sociedad catalana está partida en dos y la mejor solución para que todos puedan expresarse con libertad pasa por convocar unos comicios autonómicos

Es una aventura demasiado arriesgada para lanzarse a ella sin un respaldo político y social más que contundente
01/10/2017
 Actualizado a 30/07/2019
El día ha llegado. Hoy está convocada en Cataluña una consulta que hace añicos la legalidad vigente y tiene como objetivo romper la unidad del país a través de una votación que no reúne las mínimas garantías ni técnicas ni jurídicas. Por eso, más allá de la diversidad de opiniones sobre si el Gobierno ha hecho o no lo suficiente para dialogar con las autoridades catalanas a la hora de frenar esta situación, lo cierto es que ahora sólo hay una opción, que es evitar la consulta y por lo tanto lograr que no se repita el bochornoso espectáculo vivido el 9 de noviembre de 2014. Aquel esperpento de consulta sirvió para que poco tiempo después se convocaran unas elecciones autonómicas en las que ganaron por la mínima los independentistas pero que dejaron claro que la sociedad catalana está partida en dos. Y declarar la independencia de una comunidad y romper al mismo tiempo la unidad de un país es una aventura demasiado arriesgada como para lanzarse a ella sin un apoyo político y social más que contundente. Por eso a Carlos Puigdemont no le queda más remedio que convocar elecciones autonómicas para testar si la sociedad catalana respalda sus objetivos y sus formas a la hora de intentar alcanzarlos. Los catalanes tienen que votar, sí, pero deben hacerlo en unas elecciones autonómicas con todas las garantías para que todos puedan elegir nuevos representantes que gestionen su presente y su futuro con la vista puesta en algo más que en la independencia y en saltarse la ley.
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