Volando libre hacia el "sueño" olímpico

En el mundo del paramotor, desde hace años el leonés Víctor Rodríguez, ‘Moncho’, es una indiscutible referencia. Medallista tanto en Mundiales como en Europeos, se le atragantaba el sueño de ser Campeón de España de slalom, pues siempre sucedía algo en el momento más inoportuno.

Pero una vez roto el maleficio, los Nacionales empiezan a caer. Y es que ‘Moncho’ revalidó la semana pasada en Cádiz, sobre el Lago de Bornos, el título de campeón de España de Slalomque ya había logrado en 2021, pese a ser el año que menos contaba para ello al llegar con una importante herida en la espalda que le hacía ‘ver las estrellas’ no sólo literalmente en el aire sino también metafóricamente al aterrizar.

Y sin embargo, el paramotor en el que sigue mandando no es ahora mismo su único objetivo. Víctor Rodríguez tiene una nueva aspiración. Un «sueño» olímpico que se le ha abierto a través de una de sus pasiones, ese parapente en el que comenzó a surcar los aires por primera vez cuando sólo tenía 16 años y al que ahora ha vuelto de forma más competitiva a la modalidad de precisión que suena con fuerza como uno de los deportes que entre como invitado para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles dentro de seis años, en 2028.

En año y medio practicando el ‘accuracy’, ya es primero del ranking español, 70 de Europa y 130 del mundo Y de hecho, desde el inicio se le está dando bien. Porque lleva año y medio practicándolo y ya ha sido medalla de bronce en el Campeonato de España, es actualmente el primero del ranking español, el 70 de Europa y el 130 del mundo de esta modalidad, conocida a nivel internacional como ‘accuracy’, que practican más de 6.000 pilotos.

«Empecé casi como para probar a ver qué tal pero me está gustando mucho y llama el hecho de que tenga futuro olímpico, que lo están moviendo las Federaciones y creemos que está cerquita de ser invitado», explica ‘Moncho’, que ve sobre todo un progresivo cambio de disciplina pensando «en el futuro. Ahora tengo 34 años y mi prioridad sigue siendo el slalom porque es donde tengo el gran apoyo de patrocinadores, pero al final en paramotor está la peligrosidad, que yo he perdido amigos con esto y sólo este mes ha habido dos accidentes mortales, la dificultad para entrenar, que por seguridad tienes que hacerlo sobre un lago y al final acabas ejercitándote muchas veces sólo en campeonatos, y la complejidad para viajar, que no es lo mismo desplazarte con el motor que exige una gran logística que con el parapente que pesa menos de 15 kilos».

¿Para ejercitarse con el parapente? El leonés, que su vida laboral ejerce como bombero en Valladolid, se decanta casi siempre «por las laderas de la Devesa de Boñar, que pones una diana abajo y puedes entrenar todo lo quieras», dándose la circunstancia de que «es donde empecé a volar hace más de 18 años,que llevo más de la mitad de mi vida haciéndolo, y mola el volver ahí».

«Volar libre es especial, pero además es más sencillo para entrenar, para viajar y sobre todo tiene futuro olímpico» Facilidades, futuro y libertad se unen en esta modalidad, que ve «muy bonita, el vuelo libre, el contacto con los despegues, he practicado mucho en mi vida haciendo distancia para coger técnica y subiéndome a las nubes y es siempre algo especial».

«Me veo en unos Juegos Olímpicos y sería algo genial, he estado en los World Air Games que vendrían a ser una especie de olimpiadas aéreas pero no tiene nada que ver», explica Moncho, cuyo próximo reto será el Campeonato de Europa de parapente que se disputará del 2 al 10 de julio en Rumanía.

El último Nacional de slalom fue «de guerrero, volando con la espalda muy herida por un accidente de moto» Eso sí, como de momento no deja ni mucho menos ese paramotor donde domina, se le juntará en parte con el Mundial de Slalom que del 7 al 17 de ese mismo mes se disputará en la República Checa, y al que «tocará casi teletransportarse. Llegaré a tiempo para volar en el inicio de la competición y lo que me perderé serán los días de entrenamientos».

Allí intentará volver subirse al pódium como ya hizo hace unos días en ese Campeonato de España del que estuvo a punto de caerse porque «tuve un accidente con la moto y tenía quemaduras de segundo grado en la espalda. De hecho daban por hecho que no competía así, pero dije que lo iba a hacer y fue un triunfo de guerrero, aunque cada vez que aterrizaba fastidiaba».

En julio estará en Rumania en el Europeo de parapente y en la República Checa en el Mundial de slalom Así logró su segundo Nacional, «quizá el logro que más ilusión me ha hecho, porque llevaba ocho años intentándolo y siempre fallaba algo, fuera el motor, la metereología u otra cosa». Y es que aunque Moncho ha estado en numerosas competiciones internacionales, para llevarse el triunfo «cualquier mínimo fallo te deja fuera, ya que en la final empiezas de cero».

Dubai, la isla de Santo Tomé, Senegal, China, Tailandia, Egipto, Nepal, Polonia, Brasil o Macedonia han visto cómo Víctor Rodríguez surcaba sus cielos con el paramotor. Ahora, quizá muchos vuelven a verlo con el parapente. Un nuevo paso dentro de una vida en el aire.