Vladimir Vladimirovich Putin. La revelación del Poder

Mercedes Unzeta Gullón
24/03/2022
 Actualizado a 24/03/2022
Estamos en 31 de diciembre de 1999. Fin de Año. Fin de Siglo. Boris Yeltsin, diez años de presidente de Rusia, anuncia públicamente, diez minutos antes de medianoche, ante la sorpresa de todo el país: «… he firmado un decreto traspasando los poderes de la Presidencia de Rusia al Jefe de Gobierno Vladimir Vladimirovich Putin. Se merecen la felicidad y la Paz. Feliz año Nuevo».

Inmediatamente después aparece en televisión dando el discurso tradicional de la Noche un apenas conocido Vladimir Vladimirovich Putin, sexto Primer Ministro del gobierno de Yeltsin: «Queridos ciudadanos de Rusia, queridos compatriotas, hoy he recibido los poderes de Jefe de Estado. La elecciones presidenciales se celebrarán dentro de tres meses».

Putin tiene tres meses por delante para preparar la imagen para su candidatura a las primeras elecciones democráticas del país. Aprovecha esos tres meses. Putin recorre todas las regiones del país acompañado de todas las cadenas de televisión. Su imagen está en pantalla diariamente en todos los canales y su popularidad va creciendo en la misma medida que crece su firmeza contra los chechenos, «nos los cargaremos incluso en el retrete», fue su frase simbólica de respuesta a la petición popular de «mano firme».

Cuando un periodista le pregunta a Putin si el fin justifica los medios ante el ataque de los chechenos a un edificio habitado, Vladimir Putin responde; «Ninguna persona cuerda puede realizar un acto así. Explosionar un edificio con gente dentro... personas inocentes... en mitad de la noche... Es realmente... No puedo entenderlo. Es increíble. Increíble. Es un acto de crueldad inhumano».

‘Es hora de ganar’ es el eslogan que utiliza Putin en campaña electoral. Es la frase que le exhortó su antigua maestra en la visita televisada a su casa, de promoción, que le hizo Putin.

El 26 de marzo del 2000 llegan las primeras Elecciones Democráticas de Rusia. Vladimir Putin el 51.2 %, Guennadi Ziugánov 28.4 %; desde diciembre de 1999 su tasa de popularidad creció del 2 % al 50 %. Boris Yeltsin alardea encantado: «Este es mi triunfo. Le di una ventaja de seis meses a propósito para que después de ser elegido pudiera aprovechar la experiencia previa que ha tenido como presidente en funciones. La gente ha visto que Putin valía y le han votado». «Lo elegí entre 20 candidatos en apenas cuatro meses», se ufana el expresidente, y brinda contento con los periodistas diciéndoles: «¡Por las elecciones libres! ¡Por la libertad de Rusia! ¡Por la libertad de prensa! Si Putin gana, la libertad de prensa está protegida», les dice.

Vitaly Mansky: «Vladimir Putin llegó al poder como un cuchillo caliente penetra en la mantequilla. Y el Estado lo contempló pasivamente dispuesto a seguir a su nuevo líder. El Estado no conocía aún el concepto de la verticalidad del poder, pero todo, desde el Parlamento al mundo de la empresa pasaría a subordinarse a un único centro de poder. Jodorkovski todavía no había sido encarcelado y la NTV todavía se permitía criticar al Presidente. El fantasma del pasado aparecía una y otra vez tratando de recuperar lo que había perdido, Y pronto, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificaría el derrumbamiento del Imperio Soviético como la mayor tragedia geopolítica del siglo XXQ». «Extrañamente, la mayoría de los que impulsaron a Putin y que trabajaron codo con codo con él durante la campaña o bien han pasado a las filas de la oposición o han sido despedidos». «El sucesor se acostumbró pronto a su nuevo papel y fue distanciándose cada vez más de su creador».

Un año en la Presidencia. Vladimir Putin y Vasily Mansky (cámara en mano), conversan en el coche presidencial mientras rula por la ciudad, de noche, calles vacías. Putin se siente cómodo, distendido y parlanchín.
Putin: –«Creo que llegará el día en el que podré volver a llevar una vida normal. Creo que algún día tendré un futuro como ciudadano de a pie, que desarrollaré otra actividad y viviré una vida normal». «La vida de un jefe de Estado electo da la oportunidad de probarte a ti mismo en el trabajo más importante, servir a la madre patria con el máximo esfuerzo. Hacen que tengas siempre presente que tu mandato terminará algún día y tendrás que vivir una vida normal. Todo lo que hagas hoy, con el Estado y la sociedad, deberás afrontarlo en unos años como un ciudadano más. Es algo que conviene recordar antes de tomar una decisión en vez de ceder ante ambiciones monárquicas cuando se toma una decisión».
Vasily: –«¿Cómo imagina una disputa con el Presidente?»
Putin: – «Es fácil, en una democracia hay instrumentos».
Vasily: –«Si usted hace exactamente lo que está diciendo esto podría ser una promesa de un futuro digno para el país y para usted personalmente».
Putin: –«Cierto, pero como te he dicho, he estado reflexionando, considerando seriamente como debería ser ese futuro ¿qué clase de país será? Es un asunto muy serio, lo cual es probablemente la esencia de las ventajas de la democracia. Esa es una de las razones de que la democracia sea el sistema más existente y eficaz».
Eso lo decía a los 49 años. Y… Putin, con los 20 años que lleva en el poder, ha manejado y sigue manejando su particular versión de la democracia. Ahora tiene 68 años y en el 2021 firmó una ley que le permitirá seguir como Presidente Ruso hasta 2036. Entonces tendrá 85 años. Poco tiempo le quedará para disfrutar como una persona normal. Poco le queda ya de una persona normal, ¿lo fue alguna vez?
Vasily Mansky: –«Todos nos hemos convertido en rehenes voluntarios de la persona que iba a guiarnos hacia un glorioso futuro, pero que tanto se parece a nuestro oscuro pasado».

Relato del documental de Vasily Mansky: ‘Los testigos de Putin’.
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