¡Viva San Froilán!

Me niego a hablar de política, sería demasiado fácil comentar el espectáculo bochornoso (hala, ya lo dije) que ha dado el partido del puño y la rosa (sin pétalos) durante esta semana y que no tiene pinta de tener un fin diferente al de la poda.

Menos mal que hemos tenido en qué distraernos sin fijar nuestra mirada en la madrileña calle Ferraz. ¡Viva San Froilán! Qué gusto pasear por León el pasado domingo entre pendones, carros engalanados, trajes regionales y el sonido de las castañuelas. Qué gusto (depende para quién) ir mirando para abajo con atención de no pisar ninguna boñiga y estar alerta de que los pendones no perdiesen la verticalidad.

Las fiestas más tradicionales de la capital han vuelto a sacar a todo el personal a la calle, dejando un ambiente inmejorable en cada rincón de León, de los que no se repiten más en todo el año. En la Plaza Mayor, morcilla y chorizo; en la Catedral, ‘Las Cantaderas’; en San Marcelo, alfarería; multitudinaria romería en La Virgen... Y, ojo, porque aún no se han acabado y este fin de semana no se puede perder de vista el Mercado de las Tres Culturas.

A San Froilán no le hace falta nada más que lo que ya tiene, por algo son para muchos las fiestas más queridas y para otros la oportunidad perfecta para llegar a la capital del resto de la provincia y lucir con orgullo la condición de ser de pueblo.